Bomberos y canes, rescatistas importantes


Presencia de Bomberos en el Colegio Rébsamen

 

170925-sismo7_princ1Al igual que en 1985, la sociedad civil se volcó a las calles para organizar el tránsito, retirar escombros, ayudar en lo que se pueda. “Actúan más de corazón que de preparación”, señaló Roberto Hernández Camarillo, jefe del Departamento de Bomberos de la Universidad.

Bombero puma desde hace 33 años, ya vivió las dos experiencias del 19 de septiembre. Al momento de sonar la alarma el pasado martes, se dirigieron al colegio Enrique Rébsamen, en Coapa, con una brigada de 17 elementos. Durante poco más de 24 horas de trabajo lograron rescatar a nueve niños y tres adultos, aunque desgraciadamente habían fallecido.

Hernández Camarillo aseguró que México siempre ha sido muy unido y aunque la sociedad está más preparada que hace 32 años para la atención de emergencias, “nos hace falta acercarnos a la población para que, mediante charlas y capacitaciones, toda la gente que quiera apoyar sepa organizarse, implementar un plan con los civiles que hace mucha falta”.

Por el momento, la unidad de bomberos está a la expectativa de relevar brigadas, ya sea en la Ciudad de México, Puebla o Morelos. Roberto Hernández confesó sentirse orgulloso de pertenecer a la comunidad universitaria que, como siempre, tiene una gran respuesta de solidaridad y apoyo.

Asimismo, el jefe de bomberos de esta casa de estudios señaló algunas medidas precautorias después de haber vivido un movimiento sísmico: revisar las instalaciones de gas y luz para no tener riesgo, y si se prenden veladoras que se mantengan encendidas en presencia de los habitantes del lugar y apagarlas siempre que se encuentre solo el inmueble o al dormir.

La unidad de bomberos pone a disposición el número de la Central de Emergencias de la UNAM: 56 16 05 23 y 56 16 02 89.

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Perros de búsqueda hicieron 10 asistencias en 72 horas

 

170925-sismo7_princ2Hueso fue el primero en abordar la unidad 1 del Programa de Manejadores de Perros de Búsqueda y Rescate (PMPBR) de la UNAM. Porta un peto membretado con la insignia de la Cruz Roja Mexicana. En la parte frontal de su jaula su cédula de identificación lo denomina como Voluntario.

El perro blanco mestizo de unos siete años de edad va a una misión más en la colonia Lindavista; también es parte de la sección de rescate acuático de la Cruz Roja, pero fue inscrito en el programa universitario.

“Lo adoptamos en diciembre de 2010 en la Basílica de Guadalupe. Llegó perdido al puesto y gracias al programa aprendió el oficio de rescatista. Hueso se ha preparado, es alegre, juguetón y distraído; como fue callejero, de repente lo envuelve la inquietud”, describió su manejador, Javier Sotomayor Hernández.

La misión en Lindavista fue la décima que el programa de binomios perro-humano de la UNAM realizó desde el pasado 19 de septiembre, informó Julio Velázquez, titular del PMPBR.

“Hemos estado en las últimas 72 horas en el colegio Enrique Rébsamen, en Viaducto, Escocia, Gabriel Mancera, Saratoga, Petén, Bolívar y Chimalpopoca, Medellín y San Luis, Ámsterdam y Lindavista”, abundó.

Julio Velázquez señaló que los perros realizan marcajes donde detectan personas vivas en estructuras colapsadas. Hay una adrenalina especial, hay mucha buena voluntad y solidaridad. Hemos trabajado a la par con el equipo de Alemania e Israel, regularmente nos dividimos en dos células.

“Tras el mediodía del 19 de septiembre, de regreso del gran simulacro de la Ciudad de México, nos detuvimos a comer en la esquina de Viaducto y Cuauhtémoc. Ahí nos sorprendió el sismo, esperamos a que pasara y, justo cuadras atrás, por el Centro Médico, había ya colapsos. Empezamos a trabajar, veníamos equipados con dos perros y vehículo; desde ese momento no hemos parado”, subrayó.

El programa está integrado también por los rescatistas cuadrúpedos Gala, Baco y Cairo, pastor belga malinois; Geri; pastor belga groenendael, y Mina, labrador.

Además de los universitarios Manuel Francisco Llamas Galván, alumno de la Facultad de Derecho; Roberto y Víctor Hugo Villanueva, ambos de Ingeniería; David Emanuel Muñoz Zamudio, de la Preparatoria 5; Julio Israel Guerrero Hernández, del doctorado en Ciencias Biológicas, y Bárbara Olivares de la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia.

Asimismo, Sandra Hernández, de la Universidad del Claustro de Sor Juana, y Kenji Omar Castro, voluntario.

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El trabajo de ambos, valioso y oportuno.

 


 

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