2015-2017, los más calurosos

El aumento de 1.1 grados de la temperatura promedio del planeta que ocurrió el año pasado es alarmante: Paulina Ordóñez, del Centro de Ciencias de la Atmósfera

De acuerdo con datos de la Organización Meteorológica Mundial, 2015, 2016 y 2017 han sido los tres años más calurosos desde que hay registros. Sólo el año pasado la temperatura media en la superficie del planeta fue 1.1 grados superior a la de la época preindustrial, de 1880 a 1900.

“Lo más importante de esta información es la tendencia creciente desde que está documentada. La temperatura es muy superior a la de la era referida y durante toda esta década el calentamiento es bastante fuerte”, señaló Paulina Ordóñez Pérez, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera.

Escala de tiempo amplia

Ordóñez subrayó que, más que los años en lo individual, lo relevante es analizar los datos a una escala de tiempo más amplia, con estadísticas. “Diecisiete de los 18 años más calurosos están en el siglo XXI, el anterior fue 1998, y aunque algún año baje, la tendencia es creciente durante todo el siglo. Esto es lo realmente llamativo”.

Explicó que en los estudios de cambio climático uno o dos años no son representativos, pero sí la continuidad. “Cuanta más larga sea la serie, más significativa es la estadística”.

Para hacer una climatología se requieren al menos 30 años de registros, y en varios ciclos de 30 las cifras de temperatura van a la alza, coincidiendo con la presencia humana en la Tierra. “Estamos trabajando con información de casi 140 años y la tendencia al calentamiento es significativa. La serie analizada a lo largo del tiempo ya es muy larga, por lo que los resultados son muy sólidos”, añadió.

Lo que se considera desde 1880 son datos instrumentales y continuos, porque antes se usaban proxys climáticos, que son variables no climáticas que se obtenían de sedimentos, de hielo encapsulado y de los anillos de los troncos de los árboles, que dicen qué pasó en siglos anteriores.

“Aquí hablamos sólo de indicadores instrumentales, medidos con termómetro, barómetro, pluviómetro, etcétera. Desde que hay estos datos, estos últimos tres años se ha batido el récord”, agregó la investigadora.

De la historia de la Tierra, aclaró Ordóñez, se tienen registros de cambios climáticos naturales que tuvieron una transición muy lenta, en comparación con el cambio climático actual, que es muy abrupto.

Esto le da solidez al concepto del Antropoceno, que describe una era donde el ser humano ha perturbado, hasta su modificación, al planeta y su clima. “Puede interferir en el clima y en todas las condiciones de la Tierra, eso se sabe desde hace mucho, desde los griegos y la Edad Media. Pero en este siglo lo estamos constatando”, dijo.

La universitaria destacó que en nuestra época vivimos la emisión de gases de efecto invernadero como normales, “pero no lo es, es un fenómeno nuevo de nuestra era”.

El aumento de 1.1 grados en la temperatura promedio del planeta que ocurrió en 2017 es alarmante. “Los expertos coinciden en que si sobrepasamos dos grados puede haber cambios irreversibles en el sistema climático, y hay proyecciones de hasta cuatro grados”.

Pese a ese dramático escenario, consideró que aún estamos a tiempo de revertir la tendencia del cambio climático. “Todo depende de nosotros. Hay ciertos gases que permanecerán en la atmósfera aunque dejáramos de emitirlos ya, pero puede parar al cabo de los años. Está en nuestras manos poder revertirlo, evitar llegar a los dos grados y disminuir las cifras actuales”.

Ordóñez concluyó que los cambios dependen en gran parte de los gobernantes, porque tienen los medios para facilitarnos ciertas políticas ambientales. “Pero también de los ciudadanos, de nuestra voluntad, de poner nuestro granito de arena usando bicicleta y separando la basura, por ejemplo”.

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