Desarrolla León biomateriales dentales con nanopartículas
No causan daño y pueden destruir algunos patógenos que quedan en algunas cavidades de los dientes
Con el uso de nanopartículas en diversos materiales dentales, la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León, está en la vanguardia.
“La ventaja de las nanopartículas es que mejoran las propiedades físicas, mecánicas y químicas de esos materiales. Al ser tan pequeñas, ocupan espacios previamente disponibles y les dan mayor resistencia, dureza y durabilidad”, explicó René García Contreras.
Antimicrobianos y antifúngicos
En el área de Nanoestructuras y Materiales de esa entidad foránea se hace la síntesis de una gama de nanopartículas de plata, de dióxido de titanio y de sulfuro de hierro.
Estos novedosos desarrollos tienen actividad antimicrobiana y antifúngica. “Son bioactivos, ya no son inertes como antes. No causan daño y tienen actividad biológica para destruir algunos patógenos que quedan en algunas cavidades de los dientes. Estas cualidades contribuyen a tener materiales que sirven para restauraciones que duran más tiempo con efectos antimicrobianos y antifúngicos”, abundó el odontólogo.
Algunas nanopartículas se sintetizan en el laboratorio de la ENES León, mientras que otras se modifican a partir de materiales previamente fabricados y comercializados. “Trabajamos con algunos cementos y selladores de uso endodóntico y cementos para restauración, y otros que son utilizados como base antes de hacer un arreglo, una amalgama o pegar una resina”, detalló.
La mayoría de las investigaciones están en fase experimental, aunque hay avances con las bases de dentaduras.
“A los acrílicos que se usan para esos soportes les incorporamos nanopartículas de plata, y estamos haciendo los primeros estudios clínicos. Esto es para reducir la infección por unos hongos que generalmente se desarrollan debajo de esas placas, sobre todo en los adultos mayores”, puntualizó.
Esto tiene un beneficio significativo, porque previene enfermedades comunes en esa cavidad, como la candidiasis (o algodoncillo). En personas que usan dentaduras postizas, los científicos colocan una capa de nanopartículas sobre esas prótesis para prevenir infecciones.
“Tenemos una gama diversa de materiales de restauración, en las áreas de endodoncia, de prótesis y de implantología. En esta última, a los implantes que están hechos a base de titanio o de circonio les probamos la cantidad de células que se adhieren sobre su superficie.”
Los expertos modifican química o mecánicamente la superficie con nanopartículas de algún tipo, para adherir más células y tener efectos benéficos en la integración del implante y en pacientes. Esta es la última fase y el objetivo principal de la investigación.
“Son bioactivos, ya no son inertes como antes…sirven para restauraciones que duran más tiempo con efectos antimicrobianos y antifúngicos”
Proceso de patente
En la ENES León está en proceso una patente que quizá esté lista a fin de año. “Es una síntesis de nanocristales de sulfuro de hierro y la patente es para el proceso de síntesis, que no ha estado reportado. Ya después vendrán futuras aplicaciones”, adelantó García.
El área de biomateriales tiene cuatro años y comenzó a tomar forma dos años después de la fundación de la ENES León, en 2011. Pertenece al Laboratorio de Investigación Interdisciplinaria, certificado ante la ISO 9001-2015.
Los especialistas colaboran con la Universidad Michoacana; las autónomas de Hidalgo, Estado de México, Nuevo León, Chihuahua y Querétaro; el campus Irapuato del Instituto Politécnico Nacional y el campus Juriquilla de la UNAM, además de que iniciaron una red de biomateriales con la Universidad de Guanajuato.
Aunque están más dedicados a materiales dentales, en este proyecto también exploran algunos para quemaduras, como parches de quitosano destinados a regenerar tejidos, y en odontología regenerativa aíslan células madre de origen dental, que ayudan a la regeneración, así como a probar los biomateriales que están sintetizando.
Los nanomateriales son para ciertas bacterias de tipo aeróbico o anaeróbico, no para una enfermedad en especial. Su función es disminuir la carga bacteriana y de hongos para prevenir algunos padecimientos y lograr una recuperación rápida cuando hay infecciones.
Algunos biomateriales son de amplio espectro y otros son específicos para algunos patógenos multirresistentes, concluyó García Contreras.
