La literatura hace que la realidad cambie y enriquezca

Rocío Cerón es una poeta mexicana nacida en 1972 que eligió dialogar con otros lenguajes sonoros y visuales, y así construir espacios de transcreación. Su trabajo de poesía visual y acciones poéticas es extenso, como en cierto modo también lo es su obra publicada, entre la que se encuentran títulos como Litoral, Soma, Diorama y Nudo vortex.

La escritora participó en el ciclo de charlas Los Fabuladores y su Entorno. Letras Explosivas. Palabras Tabú, organizado por la Dirección de Literatura, una invitación para que la comunidad estudiantil converse con los autores.

El diálogo de Cerón fue con los alumnos de la licenciatura de Trabajo Social en la biblioteca de la misma Escuela. Ahí comentó que la literatura modifica nuestra forma de percibir la realidad, hace que ésta cambié y se enriquezca. “Junto con el arte, señaló, la literatura nos saca del vértigo en el que estamos atrapados por ser parte de una maquinaria de trabajo y de consumo en el contexto de un capitalismo brutal”.

Lo que uno supone de cierto, de estable y lo que cree de sí mismo resulta ser una mentira. Hoy todo mundo está esquivando lo que debería de ver, y es que se le da más importancia al pensamiento unidimensional que al asociativo, siendo que somos entidades multiperceptuales en un medio donde lenguaje, ciencia y arte no están separados, de acuerdo con la también ganadora del Premio Gilberto Owen en 2000 por su libro Basalto.

Literatura explosiva

Las palabras tabú de Rocío son ocio, ensoñación, sublevación, presencia, cuerpo. Muy lejos de éstas se encuentra el vocablo sexo, el cual suele aparecer en primer término en muchas otras cabezas. Con tales expresiones va construyendo su literatura explosiva, aquella que inventa muy distante de la rebeldía y de los excesos, y que en cambio sí es próxima a la observación, de su muy lograda capacidad para estar verdaderamente presente y usar su cuerpo de una manera política y estética.

Para ella “la gran explosión viene de lo interdisciplinario, de entender el mundo desde una óptica mucho más amplia”. Y es que como bien lo dijo Goethe: “A veces hay que hacer estallar el corazón del mundo para hacer otro mundo”.

Expresó que observa por horas y escribe. “Esa es mi forma de explorar ese tabú que tenemos en este planeta ultracapitalista, donde es inconcebible observar por horas la luz del día… Me gusta mucho la idea del ocio creativo, pues me permite pensar qué sucede en mi entorno. Ser holgazán amplía los contornos de la realidad. Tenemos el divino derecho al ocio”.

Luego de haber leído su poema El mundo en un sobaco, Cerón abrió el diálogo con los jóvenes. Habló de su experiencia en la coordinación de talleres y laboratorios de creación literaria, y en particular de las clínicas de imaginación poética, donde se ha abocado a que la gente se vea más allá de sí misma y exprese su subjetividad hacia afuera.

Hizo un intervalo para promover el diplomado Materialidad Inestable. Diálogos entre Lenguaje, Arte y Ciencia, el cual articulará diversos campos del conocimiento desde una mirada multidisciplinar. Se impartirá desde abril y cuenta con el apoyo de Universo de Letras y el IISUE. Para más información se puede consultar la página http://www.iisue.unam.mx/boletin/?p=6569

La también autora de otros dos libros de poemas, Borialis y Tiento, dijo creer en el poder de la literatura. “A mí me ha salvado la vida. Siempre he dicho que mi casa está construida de palabras”.

En Los Fabuladores y su Entorno. Letras Explosivas. Palabras Tabú también participaron los escritores José Mariano Leyva; Alberto Chimal; Susana Iglesias y César Tejeda.