Puertas Abiertas despierta las ganas de saber

Mirar el cerebro seccionado de una rata por el microscopio, sentir los pellizcones de un alacrán californiano en la mano, contemplar cómo se cristaliza una proteína en “cubitos de hielo” o tomarse fotos con la botarga del Fungifree –primer fungicida mexicano– fueron algunas de las acciones efectuadas en la tercera edición del Día de Puertas Abiertas del Instituto de Biotecnología.

Con el objetivo de mostrar el quehacer científico y su oferta académica, el Instituto realizó 30 conferencias, 29 visitas guiadas a laboratorios de investigación, 23 exposiciones y demostraciones de actividades de la ciencia, obras de teatro, y decoró el recorrido con botargas con diversos temas.

“Durante estas ediciones, nos hemos percatado que la sociedad tiene una avidez por acercarse al conocimiento y nosotros, que somos una universidad pública y generadora del mismo, debemos abrir esa puerta”, declaró Rosana Sánchez López, quien inició junto con Enrique Galindo y Claudia Treviño esta fiesta de las ciencias.

Aseguró que Puertas Abiertas sí despierta las ganas de saber. “Observamos un público que se acerca, que pregunta e interactúa, por ello estoy segura que es un complemento muy significativo para la escuela”.

El éxito de este día radica en la importancia de este Instituto para el país como el mayor productor de patentes en la UNAM (230 solicitudes, de las que 95 ya están otorgadas), entre las que resaltan el antiveneno para la picadura de alacrán, un biofungicida (Fungifree) con registro para su uso en 20 diferentes cultivos agrícolas y una vacuna contra la influenza.

Para atender a los más de 2 mil 500 visitantes, Biotecnología se apoyó de 700 voluntarios, así como del patrocinio de 26 empresas relacionadas con las investigaciones afines al área.

Mujeres en la ciencia

Durante la conferencia Mujeres en la Ciencia, efectuada como parte de esta celebración, Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich, director del Instituto, afirmó que la mitad de los académicos en esta entidad son mujeres. “Esto es un reflejo de lo que nos gustaría que ocurriera en la nación, en donde ellas puedan gozar de una plena equidad y se reconozca su trabajo”.

Y se refirió a la relevancia de una sociedad basada en el conocimiento que le invierta a la ciencia. “Cuando las autoridades me preguntan qué cosas prácticas genera ésta, siempre respondo que eso pasa a segundo término; lo fundamental es que el saber científico genera una sociedad crítica, en donde los jóvenes pueden desarrollar una habilidad de cuestionamiento y análisis al establishment, al poder, aunque no se dediquen a ello”.

También participaron Susana López Charretón, Laura Palomares, Yvonne Rosenstein, Alejandra Covarrubias y Patricia León, especialistas del Instituto.