Abel Cruz Camacho, puma de excelencia

Foto: cortesía FES Cuautitlán.
Foto: cortesía FES Cuautitlán.

Fue el 16 de octubre cuando Abel Cruz Camacho, egresado de la séptima generación de Bioquímica Diagnóstica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, recorrió el Atlántico para llegar al Instituto Weizmann de Ciencias, en Israel, a realizar su posgrado en la maestría en Ciencias de la Vida.

Esta aventura comenzó en el sexto semestre de la carrera, en una estancia que hizo en el Laboratorio de Biología Molecular del cáncer de esa institución, con Moshe Oren, bioquímico polaco ganador del premio EMET en 2003, donde pudo vivir su sueño profesional muy de cerca: la investigación. “Buscaba una carrera que me diera todas las herramientas y los conocimientos necesarios para ello”, dijo en entrevista.

Con este cometido, durante sus estudios de licenciatura Abel se desempeñó como el mejor de su clase hasta conseguir, en cada semestre y asignatura, el promedio perfecto, el 10 absoluto, un logro sin precedentes en las licenciaturas de Química de la Facultad, lo que fue consecuencia de su trabajo diario, constancia, disciplina y el deseo de “siempre dar un poco más cada día”.

Esto motivó que autoridades de la unidad multidisciplinaria organizaran una ceremonia especial por su titulación bajo la modalidad totalidad de créditos y alto nivel académico, la que se efectuó en la Sala de Exámenes Profesionales del Campo Uno, a la que acudieron sus maestros, amigos y familia.

“Cada logro es reflejo de querer ser el mejor, de querer construirme cada día como persona y profesional. Éste es resultado no sólo de mi esfuerzo, sino también el de mi familia, de mis papás, que me ayudaron en toda la carrera, y de mis profesores.”

Ahora, después de cuatro años de estudios, se lleva consigo cada una de las enseñanzas que la Facultad y su licenciatura le dejaron, así como la pasión de los académicos, quienes buscaron proporcionarle las herramientas para sobresalir. “Eso es único de la FES Cuautitlán. Esta carrera tiene muchas asignaturas diseñadas para el futuro”, comentó en un mensaje que se extendió hacia la UNAM, a la que agradeció por convertirlo en bioquímico y otorgarle lo necesario para continuar con su educación en el extranjero, donde pondrá muy en alto el nombre de la institución.

Abel ya cursa la maestría en los laboratorios de Moshe (biología molecular del cáncer y el gen supresor tumoral p53) y de Neta Regev-Rudzki (biología molecular del parásito de la malaria, plasmodium falciparum).

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