Alto potencial de la energía eólica

Su uso es cada vez más viable desde enfoques ingenieril, económico y práctico

180827-Aca1_princ180827-Aca1_etiquetaDesde un punto de vista ingenieril, económico y hasta práctico, la energía eólica es cada vez más viable y la tecnología para aprovecharla está muy avanzada, además de que los costos de su producción disminuyen progresivamente y esto la hace más competitiva. Aún falta camino por recorrer, pero si los precios del petróleo siguen aumentando, recurrir a ella se vuelve inevitable, planteó Bernardo Figueroa Espinoza, quien estudia estos temas en la sede del Instituto de Ingeniería (II) en Yucatán.

“Estamos en Sisal, un pueblo pesquero asentado a 50 kilómetros de Mérida y lo más lejos posible de Ciudad de México. Justo esta ubicación nos ha ayudado a avanzar con nuestras investigaciones, pues el noroeste de la península es propicio en cuanto a lo eólico.”

Interés creciente

Figueroa Espinoza trabaja en el Laboratorio de Ingeniería y Procesos Costeros (LIPC) del II, el cual posee una torre meteorológica adaptada con anemómetros sónicos y 3D, los cuales, al determinar la velocidad del viento, permiten calcular su capacidad para producir electricidad.

“Cada vez hay más interés en instalar este tipo de complejos en el país y el conocimiento generado en el Instituto es crucial para ello, porque resulta un gran apoyo para todo tipo de empresas, particulares y paraestatales. De hecho, ya hemos establecido colaboraciones”, agregó.

Una de ellas es Emergya Wind Technologies (EWT), la cual donó un anemómetro sónico 3D para que el LIPC siga con sus investigaciones. “Realizamos un trabajo exhaustivo de colección de datos de 2011 a 2014 con el propósito de saber cuánta energía trae el viento y cuánta podría extraérsele. Esto ha llamado la atención de varias compañías como EWT, que diseña y produce sus propios aerogeneradores, con el propósito de aprovechar este tipo de tecnología minimizando el impacto ambiental”, señaló.

Las instalaciones de la UNAM en Sisal se encuentran a las afueras de este pequeño pueblo de mil 500 habitantes, justo a un lado del puerto de abrigo, es decir, donde los pescadores amarran sus lanchas. Para Figueroa éste es el lugar ideal para efectuar sus observaciones, pues el noroeste de Yucatán resulta atractivo para quienes están interesados en el potencial del viento.

En México hay lugares donde la energía eólica es muy rentable, como es el caso de La Ventosa, en el estado de Oaxaca, donde la rapidez de viento promedio supera los 10 metros por segundo; esta variable es importante porque la energía disponible del viento depende de la rapidez elevada al cubo.

“En nuestro caso, la geografía de la península nos ayuda, pues no hay montañas que obstruyan el paso del viento; en efecto, ya hay grandes proyectos desarrollándose en Yucatán.”

La geografía de la península ayuda, pues no hay montañas que obstruyan el paso del viento.
La geografía de la península ayuda, pues no hay montañas que obstruyan el paso del viento.

La energía del futuro

Debido a la crisis de los hidrocarburos, para Bernardo Figueroa es evidente que la humanidad deberá virar hacia las fuentes renovables de energía. “De ahí que el LIPC dedique parte de su infraestructura a ahondar en esto, pues aunque el nombre en sí no dé muchas pistas de ello, los procesos costeros son un área de trabajo muy amplia”.

Como parte de estos esfuerzos, el académico destacó la creación del Centro Mexicano de Innovación en Energías del Océano, proyecto liderado por la UNAM –y por el II en particular– donde se busca la mejor manera de explotar el oleaje, las corrientes y los gradientes térmicos y salinos; sin embargo, a esa tecnología le falta madurar.

Los habitantes de Sisal aseguran que en el pueblo hay dos vientos, el de las mañanas que corre de la tierra hacia el mar, y el de las tardes, que viene en sentido opuesto y es el más esperado, “pues es el que sirve para refrescar”. Hasta la fecha Figueroa Espinoza sigue investigando el cómo y el porqué de estos fenómenos, siempre con la mirada en el futuro, porque como él suele decir, “saber esto hoy nos puede dar la energía que mañana necesitaremos”.

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