Conferencia sobre democracia y autoritarismo

Ante riesgos electorales, instituciones fuertes, afirman expertos

Señalan académicos que la democracia se construye con ciudadanos críticos y participativos, no confiados

Diego Valadés, Miguel Tinker, John Ackerman y Ricardo Pozas. Foto: Francisco Parra.
Diego Valadés, Miguel Tinker, John Ackerman y Ricardo Pozas. Foto: Francisco Parra.

Aunque se perciben riesgos para la democracia durante el actual proceso electoral, México cuenta con instituciones fuertes, leyes electorales de avanzada y una ciudadanía consciente, coincidieron expertos en la Conferencia Internacional Democracia y Autoritarismo en México y el Mundo, de Cara a las Elecciones de 2018, en la Antigua Escuela de Medicina.

Estamos en buenas manos. Es falso que los jóvenes de hoy sean apáticos, distraídos e incultos: con cada tuit, con cada blog, con cada protesta nos demuestran que están a la altura de las circunstancias históricas, listos para mostrar su legítima opinión por vías pacíficas para participar en la construcción de un México mejor, dijo John Ackerman, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ).

De los 88 millones de ciudadanos con credencial de elector, 15 millones son jóvenes menores de 25 años de edad que sufragarán por vez primera en una elección presidencial.

“La democracia no se construye con ciudadanos confiados, que esperan que otros hagan el trabajo que les toca, sino con ciudadanos críticos y participativos que defienden sus derechos; no es un regalo ni una dádiva entregada desde las esferas del poder a la población, sino el resultado de una lucha social cotidiana desde abajo”, apuntó.

En el caso de la mexicana, subrayó, es demasiado importante para dejarla solamente en manos de las instituciones electorales o de los partidos, por lo que pidió no confiar ciegamente o dar un cheque en blanco a esas instancias, sino exigirles que cumplan de forma estricta con sus mandatos legales y sus compromisos con la ciudadanía.

Con esta conferencia se formaliza el proyecto universitario Diálogos por la Democracia, que será coordinado por Ackerman, quien indicó que habrá diálogo plural, abierto e incluyente; se impulsará la investigación, la reflexión y la acción de la comunidad universitaria en temas relacionados con la teoría y la práctica de la democracia y el autoritarismo en México.

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¿Democracia?

En la primera de 10 mesas de discusión, en las que participará medio centenar de expertos, Diego Valadés, investigador emérito del IIJ, explicó que la democracia, tal y como la conocemos, es un fenómeno reciente.

“Esto es porque requiere voto libre e igualitario, ejercicio responsable del poder, pluralismo, distribución del poder y un constitucionalismo normativo (que sean normas, no declaraciones semánticas)”. A nuestra democracia, precisó, le falta el voto libre, porque éste se encuentra condicionado todavía por la manipulación.

Asimismo, señaló que la nación ha perdido “los reflejos políticos”. “No es posible que no haya resultados políticos ni traducción a la democracia de eventos como el de Ayotzinapa”.

En su oportunidad, Lorenzo Meyer, académico de la Facultad de Filosofía y Letras, expuso que en nuestro país aún hay elementos de la Colonia, como el actual sistema político y legal, en donde se piensa que el pueblo está para callar y obedecer. “Es una enorme carga histórica de tres siglos que nos hemos quitado, es un empate entre la herencia y la posibilidad”.

Por ello, actualmente nos encontramos en un sistema híbrido, que no es ni autoritario ni democrático, debido a que no ha habido una elección genuina y limpia, sino “más o menos fraudulenta”.

Para Ricardo Pozas Horcasitas, del Instituto de Investigaciones Sociales, el autoritarismo tiene referentes en México de tradición y herencia. La ciudadanía, resaltó, debe romper con esos círculos perversos y contribuir a “reconstituir las instituciones y hacerlas socialmente creíbles”.

En la inauguración, en nombre del rector Enrique Graue, Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades, mencionó que el mundo académico tiene mucho que decir sobre los temas referidos. “El autoritarismo rompe, se opone directamente a la democracia, porque coarta la libertad.

“Aunque la actual democracia difiere de la de Atenas del siglo V, hay una gran pertinencia para preguntas, respuestas y propuestas, y corresponde a los universitarios reflexionar y entregar los resultados a la sociedad”, concluyó.

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