Apoyo de buzos para personas con discapacidad

Cuatro personas cumplen su sueño de sumergirse en el Archipiélago de Revillagigedo

Más de dos meses de preparación tuvo un grupo de personas con discapacidad en la Alberca Olímpica Universitaria, auxiliadas por buzos expertos de la UNAM encabezados por el profesor Jack Barón Tapia y el apoyo de la Dirección General del Deporte Universitario (DGDU), junto con el programa México Incluye, para cumplir con el reto de sumergirse en los mares de la Isla Socorro en el Archipiélago de Revillagigedo, uno de los más ricos en fauna y flora del mundo.

México Incluye apoya a gente con discapacidad, que es invitada a realizar retos que parecieran imposibles de lograr, como en este caso el buceo, bajo dos lemas: “Juntos no hay imposible” y “No es la condición de una persona lo que determina lo que ésta puede o no hacer”.

Stefany Núñez, Rodrigo Castillejas, Federico Olivares y Héctor Flores, junto con un equipo de 24 personas viajaron al Pacífico, frente a las costas de Colima, entre buzos guías, médicos y camacamarógrafos, quienes hicieron posible la experiencia para estas cuatro personas con discapacidad.

Federico Núñez Perea, presidente de la Red Nacional para la Prevención de la Discapacidad (Renapred), explicó que el programa tiene más de dos años y busca el ejercicio pleno de los derechos de quien tiene alguna discapacidad, por medio de la culturización de la sociedad respecto a esta condición.

Mensaje

Para Stefany el buceo fue una vivencia increíble, nunca lo había hecho y la emoción fue mayor porque visitaron un lugar en el que pocos han podido sumergirse. “Me gustó la convivencia con todos los que fuimos, mis compañeros con discapacidad, pero, sobre todo, porque esto me hizo sentir igual con los que no son discapacitados”.

Se realizaron un total de 11 inmersiones y en una de ellas nadaron junto a delfines. “Una de las experiencias más bellas y emocionantes de mi vida”, relató.

La joven buza deja un mensaje a todas las personas como ella: “Deben atreverse a realizar sus sueños y buscar cumplirlos, que experimenten el buceo, porque es una actividad increíble. Para mí, el reto fue vencer mi miedo al mar”.

Buceo inclusivo

Jack Barón, líder técnico de la expedición, expresó que quedó impresionado por el desempeño de los noveles buzos. “Bajaron 34 metros por debajo del espejo de agua, en un buceo de 30 minutos y lo realizaron sin el auxilio de ninguno de los expertos, lo que nos indica que cualquiera con una buena preparación lo puede hacer, no importa cuál sea su condición. Lo que hicieron no es un buceo adaptado, es inclusivo, pues nadan por sí mismos”.

Por último, Federico Núñez Perea agradeció a la DGDU por todas las facilidades para efectuar este proyecto y por tener una visión incluyente.

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