Atención de calidad y vanguardia, pide Graue a residentes de Nutrición

Los 209 egresados de especialidades médicas y cursos de alta especialidad del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) y de la UNAM recibieron de manos del rector Enrique Graue Wiechers los diplomas que certifican la conclusión de estos estudios.

En compañía del secretario de Salud federal, Jorge Alcocer, y el director del instituto, David Kershenobich, el rector llamó a los residentes a seguir el ejemplo de Zubirán, quien con austeridad supo modificar su entorno.

“Transformen a México. Aspiren siempre a vivir bien. Todo se puede lograr con austeridad y honestidad. Los excesos nunca le han hecho bien al ejercicio de la medicina, pero también tengan claro que la austeridad no significa ni pobreza ni carencias”, subrayó.

México, la educación y la medicina mexicanas no pueden aceptar carencias, pero sí honestidad y disciplina financiera, afirmó. Ante los excesos, la disciplina robustece, pero las carencias debilitan y pueden llevar a la emaciación (adelgazamiento patológico).

Igualmente, Graue Wiechers les pidió llevar, a donde sea que vayan, la mística del instituto: dar atención de calidad y vanguardia, con trato humano y ética profesional. Ser libres e independientes, ayudar a crear entornos de convivencia amables, respetuosos, que promuevan el progreso de la nación.

“Egresan con el sello particular de Nutrición, que los compromete con la vida a ejercer una medicina humana y ética, de alta calidad, enfocada en el beneficio de los pacientes. Es un sello que le imprimió su fundador y un espíritu que comparte desde su origen con la Universidad Nacional”, remarcó.

Además recordó que este año se cumplen siete décadas de que el INCMNSZ recibió por primera vez a egresados de medicina para entrenarlos como especialistas, y 80 años de que Zubirán viajó a Francia comisionado por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, para entrevistarse con los intelectuales españoles que, desterrados de la Guerra Civil en su país, buscaban una nueva patria. Gracias a ello, la Universidad y la nación enriquecieron su vida intelectual y cultural.

Compromiso social

En su oportunidad, Jorge Alcocer pidió a los jóvenes especialistas involucrarse con la realidad del país, comprender y trabajar por atender sus problemas sociales, asumir riesgos, lo que permitirá que sus investigaciones tengan mayor impacto.

“Los necesitamos. Vivimos en un mundo que no valora del todo el conocimiento, que se inclina ante lo práctico, lo útil; en el que pareciera que el único saber que importa es el que se puede vender como una mercancía más”. Ustedes, como actores de la salud, prosiguió, pueden luchar apoyados en el rigor de la ciencia, con humanismo y con el inmenso amor al ser humano, al semejante enfermo.

Educación, prioritaria

David Kershenobich destacó que la educación es una de las acciones prioritarias del instituto y su modelo de enseñanza –construido a lo largo de siete décadas– valora mucho las tutorías, en la que se aprende de los demás.

Esa preparación, agregó, es la que les permite reaccionar ante lo inesperado, estar listos para tomar riesgos, transformar el gran potencial con que cuentan. Hoy que la enseñanza incorpora nuevas formas de adquirir y que el instituto se renueva dinámicamente con compromiso con la innovación, es también fundamental reforzar el humanismo y el compromiso con sus familiares, sus pacientes, expresó.

En la ceremonia estuvieron Germán Fajardo, titular de la Facultad de Medicina; Teresita Corona, presidenta de la Academia Nacional de Medicina de México, y Juan Domingo Beckmann, presidente del Patronato del instituto, así como exdirectores del INCMNSZ, entre otros.