Día Mundial de la Salud Mental

Los jóvenes, quienes más se suicidan

Este jueves 10 de octubre, como lo hace desde 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS), buscando sumar esfuerzos para mejorar la salud mental en el mundo y hacer visibles las enfermedades mentales, conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, y este año lo dedicó a la prevención del suicidio.

De acuerdo con la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por sus siglas en inglés), casi 800 mil personas se suicidan cada año, una cada 40 segundos en algún lugar del mundo. Es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años.

Aunque ya se conoce la relación entre suicidio y problemas mentales, principalmente la depresión y el alcoholismo, muchos suicidios ocurren repentinamente en momentos de crisis. Otros factores de riesgo son sentimientos de pérdida, soledad, discriminación, rompimiento amoroso, enfermedades y dolor crónicos, problemas económicos, violencia física y emocional, abuso. Sin embargo, el factor de riesgo más importante es haber tenido un intento de suicidio. Por cada persona que se quita la vida, 25 lo intentan al menos una vez.

Entre las actividades para prevenir el suicidio, la OMS recomienda cuatro que se ha encontrado son efectivas. Una es evitar que la persona tenga los medios para quitarse la vida; otra es ayudar a los jóvenes a que aprendan algo en lo que puedan desarrollarse y que les permita adaptarse a las presiones de la vida diaria.

La tercera sería identificar y dar tratamiento a la persona que piensa en el suicidio o que ya ha intentado quitarse la vida manteniendo con ella un contacto continuo a corto y a largo plazos. Trabajar con los medios de comunicación para asegurar que los reportajes sobre suicidio sean responsables, es la cuarta medida.

Aunque el suicidio es un problema de salud mundial, en 2016 79 por ciento de los suicidios ocurrieron en países pobres y de ingresos medios, como México. Ese año, fue la causa de 1.4 por ciento de las muertes en todo el mundo.

Suicidio en México

Según el INEGI, el suicidio en México aumentó de 554 casos en 1979 a 2603 en 1994, 3620 en 2007 hasta llegar a 5549 en 2012. En sólo siete años, de 2010 a 2017, hubo 48 mil muertes por suicidio en nuestro país.

En 2016, 6291 personas se quitaron la vida, lo que significa que un poco más de cinco por cada 100 mil habitantes se suicidaron. Entre los estados, Chihuahua y Yucatán duplicaron esta tasa con 11.4 y 10.2 suicidios. Por género, 80 por ciento de los suicidios fueron por un hombre: 5116.

Aunque el suicidio abarca todas las etapas de la vida, “es mucho más frecuente en jóvenes”, dice el Gerhard Heinze Martin, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM. “La conducta suicida se incrementa en la adolescencia, de los 12 o 13 años en adelante, al inicio de la pubertad”.

Agregó que la conducta e ideación suicida entre los adolescentes es una consulta frecuente en la salas de urgencias de los hospitales.

Dijo que hay una teoría sobre el estrés. “El adolescente es muy sensible a los factores estresantes en la vida, igual que los estudiantes en la universidad; la adolescencia es una etapa en la que hay muchas exigencias, presión social y familiar y cambios en el medio ambiente”.

Otra teoría muy nueva habla de una poda de las neuronas en la adolescencia en la que hay un incremento de la mielinización y la proliferación de receptores a ciertos neurotransmisores, como la dopamina, que tiene un factor importante en la reacción impulsiva del joven.

“La impulsividad es un factor muy importante que se debe tomar en cuenta en el riesgo suicida. El exceso de dopamina dispara explosiones de impulsividad que podría llevar al suicidio”.

Los jóvenes son mucho más impulsivos, más sensibles a las presiones. La personalidad de un individuo también es importante como un factor de riesgo que lleva a un intento de suicidio.

En ocasiones no se sabe cuáles fueron las razones para que una persona se quite la vida. En esos casos es muy importante la autopsia psicológica que nos permite conocer la verdad tras un suicidio. “Es una recolección de datos sobre la persona que nos puede dar más luz hacia la verdad, conocer de cerca testimonios de las personas cercanas al suicida, cuál era su conducta previa a su muerte”.

El suicidio es mal visto y al suicida se le señala. “Porque el suicidio es una agresión contra uno mismo, una violencia dirigida contra uno mismo. Después de varias sesiones con el psiquiatra, la persona acepta con pena que hay uno o dos suicidas en la familia. Consideran que la familia está enferma”, dice Heinze Martin.

Depresión en la UNAM

En un estudio que el equipo de Gerhard Heinze realizó con estudiantes de primer ingreso a la UNAM se evaluó la sintomatología depresiva en alumnos de diversas facultades, como medicina, derecho, ciencias, arquitectura, psicología y música.

Se encontró que las facultades con más alumnos con sintomatología depresiva fueron Arquitectura, en la que se evaluaron 864 alumnos, y Música, con apenas 92 alumnos evaluados. Siguen Ingeniería, con 1112 alumnos, y psicología, con 611 alumnos. El porcentaje más bajo fue en la Facultad de Medicina, en la que se evaluaron 1240 alumnos.

La prevalencia de los estados depresivos de los universitarios comparados con los de la población general es semejante, no hay mucha diferencia.

“De la población universitaria estudiada -6408 alumnos de nuevo ingreso, quienes eran jóvenes que estaban contentos por haber sido aceptados, que aprobaron el examen de admisión o por pase directo- cuatro por ciento tenía sintomatología depresiva leve a moderada y en uno por ciento se detectó sintomatología depresiva importante”, dijo el investigador.

Cuando el doctor Heinze era jefe del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, mediante un e-mail se les citó a los 41 con sintomatología depresiva severa para consulta. “Se presentaron tres alumnos y al segundo llamado se presentaron otros dos”, dijo el académico.

La gente no acude de manera temprana a la consulta de un médico, de un psiquiatra o de un psicólogo. Las causas podrían ser el miedo de que me van a hacer quizá me diagnostique depresión; me van a estigmatizar, o que esto influya en mis estudios, o el miedo de que va a pasar finalizó el investigador.

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