Difícil que una máquina reemplace a un médico

Mahuina Campos Castolo, Jefa del departamento de Informática Biomédica de la UNAM explica lo complicado de programar Inteligencia Artificial para diagnosticar pacientes y lograr empatía y comprensión

La Inteligencia Artificial, o AI como se le conoce en inglés, ha surgido en los últimos años como una de las grandes herramientas de la medicina, ayudando a médicos e investigadores por igual a simplificar y, dependiendo del caso, a ofrecer diagnósticos más completos a cada paciente.

En el Guangzhou Women and Childrens Medical Center, en la región de Guangzhou, China, aseguran haber desarrollado un sistema, basado en lnteligencia Artificial, que puede diagnosticar a niños sin la ayuda de un doctor.

Los doctores a cargo de la investigación, Brian Y Tsui, Huiying Liang y Huimin Xia presentaron un documento al respecto en la prestigiosa publicación Nature. En él aseguran que su “modelo demuestra una alta precisión diagnóstica en múltiples sistemas de órganos y es comparable a los pediatras experimentados en el diagnóstico de enfermedades infantiles comunes.”

Los expertos apuntan que durante las pruebas su sistema logró acertar en el 90% de los diagnósticos solicitados, usando una base de datos perteneciente al hospital en Guangzhou, que incluía datos de pacientes registrados desde hace 25 años.

Al respecto, la doctora Mahuina Campos Castolo, Jefa del departamento de Informática Biomédica de la UNAM, opina que “si consideramos las diversas situaciones y momentos de la atención, habrá funciones (médicas) que sí pueden suplirse por un sistema de lnteligencia Artificial.”

Aunque, asegura, se debe tener en cuenta que el trabajo de un médico es amplio y se nutre de muchas disciplinas, puntualizó la especialista.

Acciones como registrar un paciente, mediciones básicas como la presión arterial o la frecuencia respiratoria, entre otras, podrían ser resueltas por medio de la Inteligencia Artificial, apunta la doctora Campos, “sin embargo, hay diversos matices que hacen única la labor del médico, como un ser humano entrenado, especializado y además sensible.

“Esas acciones –agrega– forman parte de las expectativas que normalmente un paciente tiene cuando llega a consulta. Ahí, surgen situaciones como la empatía, la comprensión, incluso la adaptabilidad que debemos tener como médicos para resolver situaciones no previstas que nos exigen tomar rutas alternas a las previamente establecidas que son muy difíciles de programar.”

La investigadora de la UNAM añade que esas situaciones difíciles de recrear en una máquina incluyen “el ejercicio propio de lo que llamamos el arte de la medicina: la atención y la modulación de las respuestas que damos para resolver el problema de un paciente.

“Todo esto va más allá de un diagnóstico clínico. Involucra la comprensión ética, filosófica e incluso la espiritualidad de una persona, por todo lo anterior, yo considero que una computadora nunca podrá suplir el trabajo de un médico,” agrega Campos Castolo.

La encargada del departamento de Informática Biomédica de la UNAM explica que “una computadora realiza clasificaciones, más que diagnósticos. El diagnóstico médico parte desde una hipótesis para resolver el problema de un paciente, todo parte desde el modelo del científico y es difícil que lo podamos programar en una computadora.”

Y concluye: “Existe un aforismo, que se le atribuye a Claude Bernard, el médico francés que describió el sistema circulatorio: ‘el médico debe curar algunas veces, aliviar con frecuencia y consolar siempre’. Todo eso no lo puede hacer la computadora”.

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