Pasión por la investigación

Egresado de Ingeniería publica en Nature Machine Intelligence

Darío Urbina cursa doctorado en la Universidad del Sur de California

Foto: cortesía FI.
Foto: cortesía FI.

Darío Urbina Meléndez, ingeniero mecatrónico con mención honorífica, egresado de la Facultad de Ingeniería (FI), actualmente cursa el doctorado en la Universidad del Sur de California (USC), en el área de Ingeniería Biomédica, integrado a un equipo de investigación que lidera Francisco Valero Cuevas. Éste y sus alumnos Ali Marjaninejad, Brian A. Cohn y el propio Urbina publicaron en Nature Machine Intelligence, una de las editoriales académicas más prestigiosas del mundo (cuyas revistas suelen considerarse un referente de la ciencia), el artículo “Autonomous functional movements in a tendon-driven limb via limited experience” (https://www.nature.com/articles/s42256-019-0029-0) .

Una vocación bien definida

El gusto por la ciencia y la vocación por la ingeniería de Darío nació y se cultivó en el seno familiar; recuerda que desde niño acompañaba a las obras a su papá, ingeniero civil de profesión: “Siempre me ha cautivado cómo lidera al personal a su cargo y lo que de esto resultaba: edificios fascinantes. De mi padre aprendí que lo más importante de la ingeniería es el trabajo en equipo y saber escuchar al sentido común; podremos tener muchos estudios, pero en todo momento hay algo que se intuye”.

Su mamá le inculcó desde pequeño una máxima escolar: siempre pregunta hasta tener en claro lo que tienes enfrente. Recuerda: “De los regalos más bonitos que he recibido son un libro escrito por Carl Sagan y otro acerca de Marie Curie, los científicos que más admiro. Mi madre supo exactamente cuándo y cómo dármelos y me han inspirado toda la vida”.

En su paso por la Facultad de Ingeniería fue miembro del equipo Fórmula SAE UNAM por dos años y tuvo la oportunidad de participar del programa de movilidad estudiando un semestre en China; también la vinculación de la Facultad con la USC fue esencial para que continuara su posgrado en Estados Unidos. “Después de haber estudiado en China y en Estados Unidos pude apreciar la calidad de las clases en la Facultad de Ingeniería, mi alma mater, donde puedes hacer mucho si así te lo propones, si trabajas arduamente para lograr materializar las oportunidades”.

Investigación de vanguardia

La publicación del equipo de Valero en Nature Machine Intelligence, catalogado como mejor artículo de la edición de marzo 2019, versa sobre la construcción de un robot con diseño y funcionamiento basado en la neuromecánica. Así lo explica Darío: “Es como un bebé, primero explora el mundo que le rodea mientras rápidamente aprende cómo mover por sí mismo su cuerpo; la estructura mecánica del robot está inspirada en principios de anatomía muscular de vertebrados. Nuestro estudio representa un punto importante en el desarrollo científico e ingenieril de robots que se asemejan no sólo en forma sino también en funcionamiento a animales vertebrados. Al observar éste podemos contribuir a la formulación de teorías de cómo logran los animales controlar sus cuerpos”.

Darío Urbina continuará trabajando en su tesis de doctorado “Principios de Neuromecánica en la creación de robots autónomos y versátiles”, asesorado por Valero Cuevas. “Es un científico que se rodea de personas muy inteligentes, sabe establecer el correcto ritmo de trabajo para lograr objetivos y crea canales de comunicación constructivos con su equipo; sus ambiciones se extienden mucho más allá del laboratorio. Es orgullosamente mexicano, tiene una magnífica relación con la UNAM y es gracias a este vínculo que empecé a trabajar con él”.

En cuanto a los alcances de la publicación, opina que es muy pronto para estimarlos: “Dentro de unos años veré qué puertas me abrió, porque las publicaciones, los títulos o los premios, dependiendo de cómo los usemos, nos abrirán diferentes oportunidades. Por el momento me siento pequeño en medio de un mar de incógnitas. Contribuí a desarrollar un robot único en su clase, pero las preguntas no se acaban. En el mundo de la academia uno se mueve un poco a ciegas: no se sabe con exactitud qué se logrará, ni las aplicaciones exactas de lo que creamos”.

También podría gustarte