Diálogo de expertos y científicos

Ejercicio académico sobre cómputo de alto rendimiento

Se emplea para conocer el clima, estudiar sismos y diseñar materiales, fármacos y reactores nucleares, entre otros usos

Supercomputadora de la UNAM.
Supercomputadora de la UNAM.

Investigadores de diversas áreas del conocimiento de la UNAM, con experiencia en cómputo de alto rendimiento, se reunieron en el auditorio del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) con cerca de 70 científicos de esta casa de estudios, con el propósito de generar un diálogo en torno al uso y aplicación de esta herramienta en disciplinas que van desde el análisis de la estructura del universo hasta el comportamiento de partículas subatómicas.

Se trató de un esfuerzo para juntar, en un mismo espacio, a grupos de investigación con habilidades en supercómputo, con aquellas comunidades que lo requieren.

En el Taller de Cómputo de Alto Rendimiento se desarrollaron durante tres días talleres prácticos, desde administración de clúster hasta cómputo paralelo o la aplicación a algunos problemas específicos, explicaron Héctor Benítez Pérez y Jesús González, directores de los institutos de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), y Astronomía (IA), respectivamente.

El uso del cómputo de alto rendimiento con fines científicos permite tratar una gran cantidad de problemas que de otro modo serían difíciles o imposibles de resolver. Por ejemplo, la predicción confiable del clima a escalas de tiempo cada vez mayores sería imposible sin el uso de las supercomputadoras.

“Son muchos los campos que pueden beneficiarse. Si bien los problemas y objetivos que se persiguen son distintos, los medios y necesidades pueden ser parecidos. El taller sirvió para unificar este tipo de esfuerzos y criterios dentro de la UNAM”, indicó Benítez Pérez.

Por primera vez se hace una actividad de esta naturaleza, dijo Jesús González. “Aunque no hablemos el mismo lenguaje académico conocemos la solución que ofrece el cómputo de alto rendimiento y que tiene características horizontales”.

Parte de este diálogo conlleva desde compartir software, experiencias, equipo y recursos hasta desarrollar capital humano en común. “Buscamos atraer a grupos de investigadores con el propósito de apoyarlos desde varias perspectivas”, agregó.

En esa actividad participaron expertos del IIMAS, los institutos de Ciencias Nucleares y el de Astronomía, el Centro Virtual de Cómputo, la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, además de académicos de entidades de Biología, Geofísica y Ciencias de la Atmósfera.

Cada representante de esas instancias habló de su experiencia y necesidades con la intención de definir estas estrategias para optimizar la colaboración en temas de supercómputo, mencionó por su parte Octavio Valenzuela, del IA.

Otras aplicaciones

El Cómputo de Alto Rendimiento se emplea también para estudiar los efectos de sismos; diseñar nuevos materiales, fármacos y reactores nucleares; simular nacimientos y explosiones de estrellas, además de analizar genomas, entre muchas otras cuestiones.

La idea fue llegar a toda la comunidad, tanto de activos, bien desarrollados en esta disciplina, así como de espacios que utilizan el cómputo pero que no cuentan con los recursos materiales o profesionales; juntarlos y ver cómo tener un esquema dentro de la investigación científica que se hace en esta casa de estudios, para apoyar esas áreas y optimizar su uso, indicaron los universitarios.

De lo que se trata es de ayudar a orientar a la gente que tenga inquietudes si quiere hacer un proyecto específico de supercómputo y tener ideas homogéneas dentro de la misma Universidad, de cómo definir lo que se requiera sin que cada esfuerzo individual pierda la energía, recalcó Lukas Nellen, del ICN.

“Se quiere consolidar a un grupo, una suerte de espacio común de trabajo donde podamos dialogar”, concluyó.

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