Alergias e infecciones bacterianas, males más comunes por tatuarse

Con uso forense en la identificación de personas desconocidas, desaparecidas o privadas de la libertad

Alergias e infecciones bacterianas, males más comunes por tatuarse

Con uso forense en la identificación de personas desconocidas, desaparecidas o privadas de la libertad

Fernando Guzmán Aguilar

Infecciones bacterianas y virales, alergias como dermatitis y mala cicatrización de la piel, son algunos riesgos al realizarse tatuajes, perforaciones, escarificaciones e implantes para parecer felino o un tanto diablo.

Como esas modificaciones corporales se hacen con instrumentos punzo cortantes, aunque sea con la adecuada asepsia, dejan heridas que pueden infectarse y evolucionar a un mal sintémico si  no se tratan a tiempo, advierte la dermatóloga Rosa María Ponce Olivera.

Las perforaciones y escarificaciones pueden también causar daño permanente en la piel, y los tatuajes, enmascarar una anomalía cutánea, como la evolución de un nuevo lunar que puede ser maligno, advierte la profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Las infecciones más comunes son bacterianas. Otras infecciones tardías son por virus de hepatitis y VIH. Ocurren, afortunadamente “cada vez menos”, por  compartir “un objeto punzocortante tatuador” y  tatuarse en casa, en presidio, alcoholizado o bajo los efectos de otra droga.

Alergias por tintas

Las alergias a las tintas usadas en tatuajes son otra complicación muy común. Si uno es sensible a ellas, se generan dermatitis, porque el organismo no las reconoce como propias. En la zona genital se desarrollan mucho alergias al níquel.

Las tintas –dice Ponce Olivera, del subcomité académico de Dermatología del Posgrado de Medicina– están hechas de metales que aportan color.

El cobalto genera colores azul, metálico y brillante; el cromo, verde; los derivados férricos, colores rojos, sepia, cafés, y el plomo (“algunas de las tintas que todavía lo contenían), tonos negros. Las tintas más agresivas son las de color y las negras, hechas a hora a base de carbón, son menos dañinas.

Síntomas de dermatitis son escamas, burbujas o piel eczematosa, exudado (“se ve llorosa”) y piel fragmentada, apunta la dermatóloga universitaria.

¿La tinta negra es factor de riesgo de cáncer?

No, no desarrolla algo oncológico, pero puede enmascarar un nuevo lunar y su evolución o crecimiento maligno. Como no se podrían vigilar, se recomienda no tatuar encima de lunares.

STICKERS-TATUAJES

Caso excepcional

El Universal reportó recientemente que por una infección derivada de herida por percing en la nariz, una chica quedó parapléjica.

“Son casos excepcionales”. Cualquier infección por cirugías, modificaciones corporales, incluso, parches, toallas sanitarias, apóstitos…   si no se detecta y controla a tiempo, puede generar un mal más más grave, sistémico.

Como bien señala Ponce Olivera y el diario reportó, la causante de la infección que causó la parálisis en la chica, fue Staphyloccocus aurens. Esta bacteria –muy común en la flora normal de los humanos, como Staphyloccus epidermis– trasmite enfermedades a través de la sangre.

Cicatrices anómalas

Las perforaciones dejan cicatrices atróficas como las de acné. Son como un hoyito o canal epitelizado en la piel. Afortunadamente, se puede cerrar si “avivamos los bordes y se vuelve a saturar”.

Los piercings también causan cicatrices hipertróficas. Son cicatrizaciones anómalas, llamadas queloide, y son una especie de carnosidad, “como bola”, muy común en el  lóbulo y el helix de la oreja.

Aclara que la buen o mala cicatrización por una perforación depende de la genética de cada quien y no es por culpa del tagua aguador o de quien hacen la perforación.

Zonas de riesgo

El  cuerpo, explica la doctora Ponce Olivera, tiene paquetes vasculares y nerviosos por todos lados. Si al hacerse una modificación corporal se lesiona venas o arterias, se produce sangrado o hematomas, y si es un nervio, cambios en la sensibilidad.

Los sitios “más delicados” son los cercanos a los ojos, al nervio facial, a las arterias facial y lingual. La genital, donde hay nervios pudendos,  también es una zona de riesgo.

Lesionar el nervio facial puede causar parálisis, y en orejas y tórax anterior, una cicatriz por perforación y escarificación degenerar en queloide.

Tau tau

Aunque hoy los tatuajes pueden ser removidos con técnicas láseres y los hoyitos por perforaciones también se puede reparar, las escaras o cicatrices por escarificación son huellas permanentes.

La escarificación es una forma de tatuaje que tuvo su origen en tribus. “Así se tatúan en Nueva Guinea. Tatuaje viene de tau tau, como golpear dos veces”. En esas islas los aborígenes se tatúan con esa técnica sin tinta pero con una intención decorativa. En cambio, hoy muchos jóvenes se escarifican para inducirse dolor.

Los implantes para tener “pómulos felinos” o  incrustaciones  dentro de la piel, no son nuevas. Se han usado en cirugías plásticas, algunos son expandirse de la piel para recubrir una malformación.

Finalmente,  Ponce Olivera recomienda acudir al dermatólogo, si al hacerse una modificación corporal, se presenta dolor persistente, enrojecimiento de piel, exudado en la herida o mancha recientes  y hematomas persistentes.

Alergias e infecciones bacterianas, males más comunes por tatuarse

Cicatriz queloide por perforación depende de genética de cada quien: doctora Rosa María Ponce Olivera