Dos muestras de arte político

Exhibe el MUAC una mirada gráfica al M68

Decenas de afiches, boletines, pancartas y grabados que los alumnos realizaron en los talleres de la otrora Escuela Nacional de Artes Plásticas

Estará hasta el 6 de enero de 2019. Foto: Juan Antonio López.
Estará hasta el 6 de enero de 2019. Foto: Juan Antonio López.

El Movimiento Estudiantil de 1968 también dejó un legado clave en México en cuanto al arte gráfico se refiere. Y todo gracias a un grupo de jóvenes artistas de la UNAM indignados con la represión y las injusticias del momento e inspirados en la lucha político-social de aquellos años.

El sentimiento de los alumnos de la otrora Escuela Nacional de Artes Plásticas, ubicada en la antigua Academia de San Carlos, se reflejó en las decenas de afiches, boletines, pancartas y grabados que realizaron durante las brigadas gráficas organizadas en los talleres del colegio, y que ahora pueden ser vistos en el Museo Universitario Arte Contemporáneo MUAC) en la exposición Gráfica del 68. Imágenes rotundas.

En un poster, la famosa paloma de la paz, símbolo de las Olimpiadas, luce ensangrentada y aún apuñalada por una bayoneta. En otro, la silueta de un gorila con el casco de un soldado del Ejército es superpuesta por la de Gustavo Díaz Ordaz. “Venceremos”, “Diálogo público”, “Presos políticos, libertad” y “Prensa vendida”, son algunos de los mensajes escritos en los casi 160 afiches que muestran diferentes momentos de la movilización.

Todo el material, con una clara influencia del Taller de Gráfica Popular, del cartel cubano y del pop art, fue distribuido en calles y zonas del Centro Histórico, en mítines y protestas, en las facultades de la Universidad, en el transporte y otros sitios públicos.

Los mensajes sobrevivieron a la censura y la represión política, al menos al principio, pues más adelante un grupo aparentemente del gobierno entró a los talleres de la Escuela para romper los tórculos y las planchas.

Para las curadoras Sol Henaro y Amanda de la Garza, el trabajo de las brigadas gráficas se convirtió en una voz firme y clara de la lucha del 68, en un aliado clave para comunicar e informar a la gente, en un testimonio visual de lo que acontecía en aquellos días y en una propuesta estético-política que marcaría a futuras movilizaciones.

“Es muy importante leer la vigencia de los mensajes, de los reclamos y las denuncias. Observas las imágenes y dices: ‘caray, esto fue hace 50 años y sin embargo podría cambiarle la imagen o el nombre y nos sigue hablando del estado de opresión que hay actualmente y de las violencias que estamos viviendo’. La gráfica sigue existiendo, pero se han multiplicado las gramáticas, como el uso del hashtag o las intervenciones con dron. Las estrategias son otras”, destacó Henaro.

Brigadas gráficas

Muchas de estas obras no tienen nombre, pues fueron hechas de forma colectiva o se decidió dejarlas bajo anonimato. Sin embargo, algunos de los miembros más destacados de las brigadas gráficas son Arnulfo Aquino, Rebeca Hidalgo, Eduardo Garduño, Jorge Pérez Vega, Melecio Galván y Silvia Paz Paredes, quienes más adelante crearon el Grupo Mira, uno de los colectivos de arte político más significativos de los años 70 del siglo pasado.

Tras conocerse en la Academia de San Carlos y trabajar juntos un tiempo en San Francisco, California, el grupo fundó la Escuela Popular de Arte en la Universidad Autónoma de Puebla y, finalmente, conformó el Grupo Mira. Su quehacer artístico se registra desde 1965 hasta 1982.

Algunos de sus objetivos fueron: refundar un arte político lejos de los estereotipos del arte comprometido, más allá de los museos; analizar las estructuras de poder; reflexionar sobre la educación artística, y dirigirse a todo tipo de público, indicó Annabella Tournon, curadora de la exhibición Grupo Mira. Una contrahistoria de los setenta en México, también recientemente inaugurada en el MUAC.

“El Grupo Mira tiene muchas influencias, una fuerte es la chicana. Después del 68, el grupo va a San Francisco y ahí se vincula con talleres de grabado chicanos y latinos, donde se interesa en el muralismo. No en el muralismo mexicano moderno sino el chicano militante y callejero. Otra influencia es la de la psicodelia y el cinetismo (arte óptico)”, añadió.

Ambas muestras son producto del trabajo donado o prestado por Adolfo Aquino, algunas piezas pertenecen a la colección del MUAC y otras provienen de centros de archivos y universidades de Estados Unidos. Se presentan en el marco del programa M68. Ciudadanías en Movimiento (culturaunam.mx/m68). Si eres estudiantes de la UNAM no te las puedes perder. Tienes hasta el 6 de enero de 2019 para visitarlas.

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