Historia natural y cultural a través del agave

Celebran el 90 aniversario de Biología, el 60 del Jardín Botánico y el 25 de Agaváceas y Nolináceas

Con la inauguración de la exposición Las plantas mexicanas, historia natural y cultural a través del agave, se iniciaron las actividades para celebrar el 90 aniversario del Instituto de Biología, el 60 aniversario del Jardín Botánico y el 25 aniversario de la Colección de Agaváceas y Nolináceas.

Luego de la ceremonia, realizada en el Foro Dahlia del Jardín Botánico, Víctor Sánchez-Cordero, director del Instituto, invitó a la comunidad y al público en general a visitar las instalaciones, donde además hubo exhibiciones de productores de maguey provenientes de diferentes entidades del país.

“La celebración es emblemática pues este tipo de eventos cumple con uno de los mandatos de la Universidad que es la difusión del conocimiento producido en el Instituto, que es significativo por el impacto que tiene no sólo entre la comunidad, sino además por el enlace que genera con los productores y las comunidades”, comentó.

La Colección Nacional de Agaváceas y Nolináceas resguarda la representación de 75 por ciento de las especies que hay en México. Fotos: Víctor Hugo Sánchez y Fernando Velázquez.</span<
La Colección Nacional de Agaváceas y Nolináceas resguarda la representación de 75 por ciento de las especies que hay en México. Fotos: Víctor Hugo Sánchez y Fernando Velázquez.

El Jardín Botánico, que conmemoró su 60 aniversario al comenzar el año, es el más importante en su tipo, pues dio pauta para la formación de otros jardines a lo largo y ancho del territorio nacional.

Con el Jardín Botánico, añadió Sánchez-Cordero, Biología ha cultivado una línea de investigación líder en el mundo que es la etnobotánica, algo que da mucho orgullo a esta casa de estudios.

“Es, además, uno de los más relevantes internacionalmente por el contenido de su flora y, agregado a eso, coincide con los 25 años de la Colección Nacional de Agaváceas y Nolináceas”, destacó.

Agave lyoba. / Agave quiotepecensis.
Agave lyoba. / Agave quiotepecensis.

Luego de este festejo, tanto el jardín como el Instituto y sus colecciones enfrentan grandes retos en materia de preservación ambiental en la nación, debido a que en la actualidad hay una crisis de la biodiversidad global.

Esto no es ajeno a México, precisó, pues muchas especies se están perdiendo debido a procesos de antropización y deforestación fundamentalmente, pero también el cambio climático tiene un papel muy importante al afectar muchas de las especies.

“Creo que uno de los retos que enfrenta es la inserción, no sólo del Jardín Botánico sino de todo el Instituto, en esta problemática y escenarios que se presentan en el país y esto es significativo porque se trata de una nación megadiversa”, recordó.

En algunos grupos de flora y fauna, México ocupa el primer lugar de biodiversidad, lo que vuelve determinante la labor de la UNAM, agregó.

Además de la fiesta con productores, artesanos, conferencias y reconocimientos a especialistas que han sido protagonistas en la vida académica, y de múltiples actividades para todas las edades, en noviembre se realizará una celebración adicional para uno de los primeros institutos de la Universidad. Acudieron Luis Hernández, presidente de la Sociedad Botánica de México; Jorge Nieto, titular del Jardín Botánico; Jorge Larson, representante de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, y Julio Solano, por la Coordinación de la Investigación Científica.

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Hay ejemplares que tardan mucho en florecer, pero durante el festejo mostraron su belleza, por lo que la celebración lleva por nombre Los Magueyes, Herencia de Mayahuel. Celebrando a los Agaves en el Jardín Botánico, afirmó Abisaí García Mendoza, curador de la colección.

El objetivo fue mostrar cómo estas plantas nativas de América han impactado desde hace siglos en comunidades que las aprovechan para preparar alimentos, o en la construcción de sus viviendas.

La historia de la colección de agaváceas se remonta a 1959, cuando Faustino Miranda, Manuel Ruiz Oronoz y Efrén del Pozo fundaron el jardín y trajeron varios ejemplares.

Hacia 1989 se hizo un inventario de las especies resguardadas; se registró una treintena de agaváceas y se decidió procurarles los mejores cuidados. “Incluso, algunas de ellas, tras seis décadas de vida aquí, florecerán en el verano”.

La Asociación Mexicana de Jardines Botánicos le otorgó el reconocimiento de Colección Nacional de Agaváceas y Nolináceas, por concentrar la mayor diversidad del grupo (incluidas especies en peligro de extinción), debidamente documentada. “En noviembre de 1994, el entonces rector José Sarukhán la inauguró, y a partir de entonces seguimos trabajando”, destacó García Mendoza.

Hoy, la colección resguarda la representación de 75 por ciento de las especies que hay en México y es considerada la más importante de su tipo en el mundo, precisó el especialista.

Y es que además de colectar agaváceas y preservarlas, los expertos han registrado los usos que las personas les dan, han documentado los sitios en donde se ubican, las diferentes especies que conviven, y las han analizado genéticamente.

“Las agaváceas son utilizadas no sólo para fabricar bebidas fermentadas, sino también como biocombustibles y en la construcción: como postes, travesaños, tejas e ixtle para amarrar las hojas. En algunas comunidades hemos encontrado casas hechas de maguey”, recordó.

En cuanto a los estudios científicos, el universitario resaltó que algunos ejemplares han ayudado, por ejemplo, en el ámbito arqueológico, para identificar si las fibras usadas en el Penacho de Moctezuma fueron tomadas del maguey.

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