Inició en la UNAM homenaje nacional a Sergio Pitol

A un mes de su deceso, el ensayista y traductor mexicano fue recordado con la jornada Pasión por la Trama en Tres Tiempos

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A un mes de su deceso, el ensayista y traductor mexicano Sergio Pitol fue recordado con la jornada Pasión por la Trama en Tres Tiempos, en el aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), actividad con la que arrancó el homenaje nacional al narrador onírico universal.

En la inauguración del encuentro, organizado por la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en colaboración con la UNAM, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Instituto Veracruzano de la Cultura y la Secretaría de Cultura y Turismo del estado de Puebla, destacados escritores y periodistas abordaron la vida y obra del autor de textos como El arte de la fuga, El desfile del amor, y La vida conyugal.

Rosa Beltrán, titular de la Dirección de Literatura de la UNAM, se refirió a la importancia de haber conocido a Pitol, primero por sus libros y después en persona como profesor de la FFyL. “Además de su genio literario y de lo que hizo para transformar la literatura en lengua española, era un ser extraordinario, una persona de las que se encuentran poco y con quien se hacía literatura oral”, comentó.

Al hablar con él se abría el mundo, “te descubría autores, pero también al autor que eres tú. Estoy convencida de que mucho de lo que escribió está relacionado con las personas con las que trató, porque él sabía que hombres y mujeres son exactamente la arena donde dirimen la comedia y la tragedia”.

Por medio de un pequeño rasgo de la excentricidad, de la parodia, de la exageración, “de lo que tú estabas diciendo, te hacia ver tu vida como literatura, así que en ese sentido fue también un gran psicoanalista”.

Todo está en todas las cosas

En la mesa Todo Está en Todas las Cosas, la universitaria resaltó una serie de anécdotas y vivencias junto al también traductor y diplomático, quien vivió en varias de las grandes ciudades del mundo: París, Varsovia, Budapest, Moscú, Praga, Roma, Beijing y Barcelona.

Rosa Beltrán mencionó que Pitol descubrió desde muy temprano su vocación literaria, y sólo él podía explicarse a través de la literatura, es decir, convirtiéndose en un sujeto que existía para ser narrado.

Lo conoció en Berlín, cuando se quedaron atrapados en un elevador, “uno de los pasajes más maravilloso de mi vida, porque enseguida congeniamos y empezamos a conversar de literatura”.

El periodista Rafael Pérez Gay dijo que El arte de la fuga es un texto anfibio, en el que el autor “transita por la parte más alta de sus poderes narrativos. Domina por igual las maravillas terrestres de la lectura, que los misterios marinos de la autobiografía; se traslada con inaudita naturalidad de un medio a otro y de ahí al aire, acaso el lugar por excelencia de la memoria”.

Pitol escribiría otros libros igual de extraordinarios, pero éste abría una nueva puerta a su obra. Es impresionante la forma en que podía transformarse en varios escritores: el de tonalidades oscuras interiores, para terminar en el más público, aquél que se sienta un día a reflexionar sobre su vida, su labor y amigos, expuso.

Hombre de izquierda

Al morir, la prensa en lugar de publicar una semblanza literaria y enfatizar que fue un escritor extraordinario, señaló “que era el gran hombre de izquierda; me parece que eso hace daño a su memoria y a su obra. Un gran literato que dijo muchas veces que se debía sólo a sus libros termina en un momento en el que todo se politiza. Me sigo preguntando si una obra es mejor por ser de izquierda o peor por ser de derecha”.

Lo creado por Pitol, prosiguió, es central en la cultura y las letras nacionales: fue un autor que pudo combinar el humor con la tragedia. Era un maestro de ese momento en el que podía acercarse y alejarse. En todo la escrito, de principio a fin, hay un autor de una consistencia, vocación literaria y una capacidad inigualable para transmitir emociones.

Geney Beltrán, del INBA, indicó que el homenaje nacional se extenderá hasta septiembre, con una serie de actividades que se desarrollarán tanto en la UNAM como en Xalapa, Veracruz, y en el Museo de la Cancillería, para honrar la trayectoria de Sergio Pitol, incentivar nuevos lectores y resaltar su trascendencia en las letras nacionales y mundiales.

En la ceremonia de apertura estuvieron también Anamari Gomís e Ignacio Escárcega, de la FFyL, así como Édgar García Valencia, director de Publicaciones de la Universidad Veracruzana.

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