La docencia, desafío cotidiano en la UNAM

Académicos universitarios participaron en el encuentro "El Fascinante Reto de Ser Docente Universitario. Diálogo, Reflexión y Reconocimiento sobre la Importancia de ser Docente en una Universidad como la UNAM"

Foto: Francisco Parra.
Foto: Francisco Parra.

Un buen profesor debe ser humanista, responsable, respetuoso, saber escuchar y no sólo hablar; empático, responsable, creativo, comprensivo, capaz, inclusivo, ético, activo, apasionado y dinámico, entre otras cualidades, resaltaron destacados académicos universitarios en el encuentro El Fascinante Reto de Ser Docente Universitario. Diálogo, Reflexión y Reconocimiento sobre la Importancia de ser Docente en una Universidad como la UNAM.

Alfredo López Austin, del Instituto de Investigaciones Antropológicas; María Elena Trujillo Ortega, de Medicina Veterinaria y Zootecnia; Jesús Carlos Reza Trosino, de Contaduría y Administración; Tomás Bautista Godínez, de la Coordinación de Universidad Abierta y a Distancia, y Anahí Toledo Cortés, de la Escuela Nacional Preparatoria, consideraron un privilegio y un orgullo ser docentes de una de las más importantes instituciones de educación superior del país y Latinoamérica.

En la reunión, organizada por la Coordinación de Desarrollo Educativo e Innovación Curricular (Codeic), López Austin, investigador emérito de Investigaciones Antropológicas, dijo que la UNAM lo es todo para él. Su trayectoria inició como estudiante de la carrera de Derecho y, posteriormente, cursó la licenciatura en Historia. “Y sigo aquí, entonces, ¿qué puede significar ser docente en esta Universidad? Aquí he vivido, la UNAM es mi casa y no puedo pensarla fuera de mis dos hogares: donde está mi familia y donde trabajo”.

En el foro denominado Diálogo entre Profesores, María Elena Trujillo, exdirectora de Medicina Veterinaria y Zootecnia, consideró que formar a las nuevas generaciones de médicos veterinarios es un privilegio, pero también una responsabilidad por tratar de ser mejor día a día como universitarios y como académicos.

Jesús Carlos Reza mencionó sentirse privilegiado de impartir clases en la UNAM, la universidad más grande del país y de Latinoamérica, y de la que han egresado distinguidos universitarios laureados con galardones de importancia nacional e internacional.

Para Anahí Toledo Cortés, docente de la ENP, ser profesora de esta Universidad significa un reto, “porque amerita que sigamos formándonos, perfeccionar técnicas de enseñanza, ser ejemplo para los alumnos y considerar que ellos también representan a la institución”.

Tomás Bautista resaltó las bondades de impartir clases en esta casa de estudios. “Para mí la Universidad ha sido generosa, es un espacio donde imprimimos fuerzas para impulsar las aptitudes que nos permitan construir, a partir del amor hacia nuestro trabajo, la ciencia, el arte y la política, y cuando éstos cruzan por un punto de inflexión, ahí podríamos cambiar para emancipar el pensamiento”.

En la ceremonia inaugural del encuentro, el secretario general Leonardo Lomelí Vanegas subrayó que este foro es una buena manera de conmemorar y festejar a los educadores, “organizando un diálogo, reflexión y reconocimiento sobre la importancia de ser docente en una universidad como la nuestra”.

Melchor Sánchez Mendiola, titular de la Codeic, expresó que aunque los tiempos han cambiado, el papel de los maestros es totalmente vigente. “Si como profesores hacemos muchas cosas bien, también hay muchas otras que podemos transformar”.

Redignificar

Además de celebrar, se debe reflexionar sobre el significado de ser docente, pues hoy los jóvenes y las familias mexicanas piensan que ser profesor es una tarea irrelevante, afirmó en entrevista Hugo Casanova, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación.

Por siglos, los docentes han sido parte fundamental en la formación de los individuos; en épocas pasadas eran de las figuras sociales más respetadas. Son los cimientos del proceso enseñanza-aprendizaje, cuyo objetivo es transmitir y fomentar el conocimiento, así como crear un mundo más justo. Con frecuencia se olvida que las principales funciones de los maestros, desde el nivel básico, son la transmisión de conocimientos y la formación de personas capaces de incorporarse a la sociedad mediante el saber, un conjunto de valores y un sentido de ciudadanía.

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