Lecciones del Movimiento a la sociedad moderna

Marca la actuación de pueblo y autoridades ante conflictos sociales

Foto: Fernando Velázquez.
Foto: Fernando Velázquez.

El Movimiento Estudiantil de 1968 dejó varias lecciones a la sociedad moderna, como la defensoría de los derechos humanos, la actuación de las autoridades ante las manifestaciones y que es necesario la unidad para lograr cambios en lo que está mal, consideraron Renate Marsiske Schulte y Ariel Rodríguez Kuri al participar en el ciclo Con-versaciones del 68.

En forma de charla, los expertos reflexionaron, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, sobre el legado del movimiento estudiantil que marcó un antes y un después en la forma de expresar el descontento hacia el actuar de las autoridades.

Independencia, autonomía

“Se cumplen 50 años, pero en América Latina hay muchas universidades que hoy en día siguen luchando por la independencia, autonomía, contra los dictadores, no es algo que haya pasado a la historia”, comentó Marsiske Schulte.

Durante la reunión, convocada por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (Udual), la académica del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) agregó que, en su momento, los jóvenes marcaron la democratización de México.

“Parece eslogan que no tiene importancia, pero cuando las autoridades de las instituciones no platican y toman decisiones con base en eso, ignorando a sus estudiantes hasta que éstos se manifiestan, habla de una falta de democracia”, estimó la especialista en historia de los movimientos estudiantiles de América Latina.

Sin embargo, con el paso de las décadas, esta participación colectiva se ha ido desvaneciendo, consideró, ante una educación hecha para obedecer y no cuestionar, lo cual hace evidente la falta de acción social cuando las autoridades delegacionales inician una obra pública sin consultar, aun cuando esta puede afectar a la economía de una colonia.

Hoy más que nunca, enfatizó, la sociedad debe ser más actuante, pues si no se hace nada, los gobernantes no harán caso, por lo que invitó a alumnos y profesores a cuestionar aquello que no está bien.

Control de multitudes

A su vez, Rodríguez Kuri, historiador de El Colegio de México, opinó que el movimiento estudiantil permitió hacer cambios a favor del papel de la policía antimotines, por ejemplo, durante el conflicto no existían protocolos de actuación.

“En el 68 la policía era muy torpe, poco profesional y, al parecer, muy reducida en número. Ahora, en lo que se llama el control de multitudes, hay más preparación. Hoy todo gobierno debe saber cómo manejarlas, de lo contrario habría grandes tragedias involuntarias”, ahondó el historiador especializado en el México contemporáneo.

Además, apuntó, está la intervención de los medios de comunicación, pues en el 68 la gente se informaba por radio, periódico o televisión, pero actualmente las redes han acercado la información de forma más rápida y sin tantos filtros.

Igualmente, el reconocimiento de la defensa de los derechos humanos en este tipo de conflictos, ya que durante el 68 sólo había amparos, por lo que aquellos que fueron presos estuvieron dos años hasta que se les dictó sentencia, precisó.

Para Rodríguez Kuri la principal lección que dejó el movimiento fue el saber “hasta cuándo empujar y hasta dónde negociar. Los estudiantes ganaron hacia finales de agosto y no se dieron cuenta, no había que presionar más y el gobierno con los Juegos Olímpicos dijo ahí los voy a parar; entonces, la lección es saber hasta dónde hay que jalar la cuerda y hasta dónde dejarla”.

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