México, tercer productor de basura electrónica en América

Faltan políticas públicas e incentivos para reciclaje, advirtió Heberto Ferreira, experto del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la ENES Morelia

190218-Aca1-etiquetaMéxico es la tercera nación que más basura electrónica produce en América, con un promedio de entre 7 y 10 kilos de desechos por mexicano, lo que nos da un total aproximado al millón de toneladas de basura por año (de acuerdo a estimaciones de la United Nations University (UNU), International Telecommunication Union (ITU) & International Solid Waste Association (ISWA), Bonn/Geneva/Vienna), señala el doctor Heberto Ferreira, experto del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la ENES Morelia.

El gran problema que tenemos en México, recuerda Ferreira, además de la poca conciencia entre los usuarios, es que no hay regulación suficiente. La iniciativa Step, que es un esfuerzo internacional, hizo un censo de las leyes que regulaban el reciclaje y desecho de la basura electrónica, y encontró que, en diferentes países, en otros sudamericanos, por ejemplo, Argentina, hay hasta 20 o 30 leyes que regulan el e-waste, y en México sólo hay una NOM y ya está desfasada -no está actualizada-.

Además que tenemos una ley muy laxa, también nos faltan incentivos para los proveedores, las empresas, para que el mercado tenga una razón para reciclar, darle facilidades o estímulos a quienes pongan una recicladora, de manera que los componentes no se tiren a la primera, pero el problema es que no existe política pública clara, sólo existen algunos puntos de reciclaje, algunos reciclatones, pero son muy esporádicos e insuficientes.

A la falta de regulación hay que añadirle los hábitos de consumo, hace unos años ya se le calculaba a cada mexicano un promedio de 7 kilos, y ya ha creció hasta 8 a 10 kilos, porque simplemente no reciclamos, entonces se tiran pantallas, celulares, hornos de microondas, entre otras tecnologías, que tienen un periodo muy corto de servicio y que generalmente se requiere actualizar o mejorar.

Contaminación por metales pesados

Otro de los problemas que vemos en la basura electrónica, es la contaminación por metales pesados, lo que ocurre es que cada vez será más, y en años próximos podrían incluso contaminar mantos freáticos, es decir, a los acuíferos, que son los más susceptibles a la contaminación y de donde se extrae mucha del agua de consumo, es solo cuestión de tiempo, una vez contaminados revertir el proceso podría llevar años. Debemos evitar escenarios en donde los pozos más cercanos a donde vivimos podrían ser contaminados por la presencia de metales pesados, se han hecho estudios que la basura electrónica pude afectar la respiración (si se quema la basura), o puede afectar a la salud humana porque se bioacumula, sobre todo el plástico Polibromodifenil (PBDES) que se encuentra en los equipos -si este es absorbido puede causar problemas -, comenta el Dr. Ferreira.

El Dr. Ferreira añade que las baterías también son altamente contaminantes debido a que una vez que ya se agotó su energía, hacen una reacción química que no es controlable, sin contar que, de éstas, sólo algunas partes es posible reciclar. Hay intentos, de nuevas baterías, pero finalmente las que se encuentran en el mercado son las que más contaminan. Habría que buscar otras fuentes de energía, como las energías limpias (paneles solares, entre otros), o mejorar la capacidad y duración de las actuales.

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Falta de estandarización

Algo que le añade a la producción de basura electrónica es la falta de estandarización de componentes, que impacta directamente, comenta Ferreira, pues en ocasiones un cargador no sirve si se cambia de marca de celular, o de tableta, incluso hay algunos de la misma compañía que no usan el mismo cargador y se vuelven obsoletos, entonces, se usa unos años e inevitablemente se convierte en basura electrónica.

Las empresas, deberían poder ponerse de acuerdo para no generar basura electrónica, utilizar un mismo tipo de cargador, o adaptadores, componentes móviles e intercambiables, pero lo que pasa es que muchas veces no hay forma de reciclar, y entonces se tira. Vemos en la calle Televisiones, monitores, hasta computadoras o gabinetes que se abandonan en la esquina y prácticamente se descomponen en la calle.

Para 2050 se estima que haya 160 millones de mexicanos, y si el ritmo de producción de basura electrónica continúa, estaremos generando más de 2 millones de toneladas, advierten ambos expertos.

Reducir la basura electrónica es difícil, señala Ferreira, bajar la huella ecológica por el uso de la tecnológica, no es fácil, pero sí se puede utilizar los electrónicos al máximo, tantos años como se pueda y cuando ya sea imposible por las necesidades de cada uno – se debe intentar darle un uso máximo -, o desecharlo de manera responsable (en eventos de reciclaje).

Sin embargo, apunta, la solución más viable está en tener más leyes, que sean más claras y que se impongan sanciones o beneficios – por ser una empresa responsable , quizá no sea una medida popular. Deberíamos tener leyes que permitan incentivar el reuso de la tecnología y que hagan cambiar a las empresas y a las personas sobre sus hábitos de consumo. Promover la legislación a nivel municipio, estatal, federal, con respecto al uso y disposición de la tecnología podría ser de mucha utilidad. Es muy importante que hagamos conciencia como consumidores, el hecho que México tenga muy pocas leyes al respecto, hace que se tenga una alta generación de este tipo de basura, terminan el doctor Heberto Ferreira y el maestro Alberto Valencia.

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