Diversas actividades en CU y sedes externas

Música contra el olvido, en la UNAM

La tercera edición del festival incluyó conciertos, cine y distintos espectáculos

Foto: Barry Domínguez.
Foto: Barry Domínguez.

Cultura UNAM organiza desde hace tres años el Festival Música Contra el Olvido, con el que se celebra el Día Internacional de la Música, instaurado por la Unesco el 1 de octubre, y con el que se recuerdan hechos que no deben desaparecer de la memoria colectiva del país, como el Movimiento Estudiantil de 1968 y su trágico episodio del 2 de octubre y, en este año en particular, el quinto aniversario de la desaparición de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa.

Del 26 al 29 de septiembre hubo varias actividades tanto en Ciudad Universitaria como en sedes externas. Conciertos de música clásica, típica mexicana y de géneros juveniles como rock, rap y hip hop, espectáculos de stand-up y un ciclo de cine conformaron el programa, con el objetivo de celebrar la paz y la amistad entre las naciones por medio del lenguaje universal que es la música.

Concierto al aire libre

El sábado 28 el festejo fue en grande en Las Islas de Ciudad Universitaria (CU), donde se realizó un gran concierto de 10 horas al aire libre, con grupos de rock, hip hop, rap, funk, dance y música electrónica.

Comenzó a las 11 de la mañana con la fusión de funk, beat y electrónica de los Treefunkers. Al mediodía subieron los decibeles con las chicas que integran Bloody Benders, banda de punk y death rock mexicano. Para continuar el desfile de cantantes y grupos, a la 1 de la tarde llegó al escenario el rapero venezolano Mcklopedia; a las 2 la agrupación chilanga de electro-rock Dapuntobeat, y a las 3, desde Monterrey, el rapero y compositor Dharius, conocido exintegrante de Cartel de Santa. Una hora después comenzó el cierre del concierto con la presencia de la cantante Jessy Bulbo y su rock inesperado y divertido; a las 5 el baile se puso a todo lo que da con el surf rock de Los Esquizitos; a partir de las 6 de la tarde, Pato Machete, uno de los raperos más sólidos y gustados de México, trajo al escenario sus grandes éxitos; la intérprete y compositora estadunidense Annie Hart, que fue un remanso de pop en medio de la convulsión, participó a las 19 horas; y para finalizar tocó el turno a los Djs de No somos machos, Pero somos muchos, con los que uno nunca sabe con qué género baila y brinca: ¿algo de dance, de tecno, un poco de cumbia o de hip hop?

El Festival Música Contra el Olvido comenzó el jueves 26 y viernes 27 en escuelas, preparatorias, sedes del CCH y de las FES, donde la comunidad estudiantil se expresó artísticamente y hubo presencia de grupos de jazz, ska, música clásica o folclórica, entre otros. Además, se realizó la final del primer concurso Érase una Vez Murales en Rap, organizado por Comunidad Cultura UNAM, en el Teatro Javier Barros Sierra de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

El viernes 27 y sábado 28, la Academia de Música Antigua (AMA-UNAM) celebró los dos años de su creación con un par de conciertos especiales en la Sala Nezahualcóyotl. Interpretó Lamentación I de viernes santo, de Las lamentaciones del profeta Jeremías, de Jan Dismas Zelenka, y la Misa en la mayor, de Bach.

En el Museo Universitario del Chopo se efectuó el Primer Festival de Bandas de Hip Hop, que reunió a las agrupaciones más reconocidas del país. Participaron No te Enteres Band, Heavy Dudes, Pirámide Zulú, El Poder del Barrio y Los Músicos de José.

El pianista italiano Luca Chiantore ofreció un recital en la Sala Carlos Chávez con versiones experimentales propias a obras de Mozart, Granados, Beethoven y Musorgsky.

Por su parte, la Orquesta Típica de la Ciudad de México presentó un concierto el domingo 29 al mediodía en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el que interpretó Aires del centenario y Fantasía jaliscience, de Félix Santana; Causerie, de Felipe Villanueva; Patria mía, de José Briseño; Sones de México, de Jorge Cózatl; Danzón num. 2, de Arturo Márquez; La sandunga, de Gonzalo Romeu; Intermezzo de Atzimba, de Ricardo Castro; y Huapango, de Moncayo.

En cuanto al cine, hubo un ciclo en la Sala José Revueltas del CCU que incluyó La tempestad y El ángel exterminador, de Thomas Adès; Buscando a sugar man, de Malik Bendjelloul; Cállate y canta, de Bárbara Kopple y Cecilia Peck, y Tijuana. Sonidos del Nortec, de Alberto Cortés.

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