Abrió el ciclo Teatro por la Dignidad

No volveré, historia sobre migración con enfoque de género

Son reales los hechos que narra la puesta en escena de Estela Leñero

Foto: Barry Domínguez.
Foto: Barry Domínguez.

Los hechos que narra la trama de la puesta en escena No volveré, de Estela Leñero, son reales. Una niña sufrió abuso sexual por parte de su hermano mayor. Un migrante indocumentado se vio atrapado en la red de corrupción de la DEA en Estados Unidos y otro más fue deportado y regresó a su pueblo para encontrarse en medio de la nada: sin pertenencias, sin familia, sin futuro.

Basada en testimonios de mujeres de Michoacán cuyas familias se fragmentaron por la migración, la obra se estrenó como parte del ciclo Teatro por la Dignidad, que se realiza hasta el 22 de septiembre en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario.

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Impulso vital

Durante su trabajo de campo la dramaturga encontró un esperanzador impulso vital en medio de la desolación, y es este rasgo el que destaca en la pieza. En el pueblo donde sucede la historia, amenazadas por Los Chundos, el grupo delincuente que tiene sitiado el lugar, viven Las Milagrosas, quienes elaboran mochilas para los migrantes que les obsequian cuando parten en busca del sueño americano. Martha y su hija Sonia pertenecen a Las Milagrosas y esa labor le da sentido a sus vidas. Como Aurelio, el hijo mayor, se fue al otro lado y no cumplió su promesa de apoyar a la economía familiar, ellas sobreviven vendiendo nieves, un negocio que también les permite mantener el proyecto de ayuda a migrantes junto con otras mujeres del pueblo.

Así, entre el dulce y fresco sabor de las nieves que preparan, van pasando la amargura de vivir amenazadas, mantienen la ilusión de que el hijo regrese y soportan la tortura de los recuerdos de un pasado familiar violento. Entre bocado y bocado, toman conciencia de la brutalidad de su entorno, pero no se rinden. Por el contrario, deciden ser las dueñas de su destino.

El vertiginoso montaje dirigido por Ángeles Cruz y Alberto Lomnitz sitúa la acción en dos planos: en la parte superior de la escenografía el territorio estadunidense, donde vemos el tortuoso camino de Aurelio desde su llegada como indocumentado hasta la trampa que lo convierte en espía de la DEA, narcomenudista y adicto. Por testificar en un caso de pederastia contra un sacerdote, queda libre de la cárcel y recibe una cuantiosa recompensa. De vuelta al pueblo, deberá enfrentarse a una realidad de la cual no puede escapar y responder por sus actos del pasado.

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La trama mexicana del relato sucede en la parte baja de la escenografía. Entre costuras y garrafas de nieve, madre e hija viven en un cierto desamparo y, sin embargo, logran escaparse de un ambiente hostil y peligroso en el que aún hay sitio para un buen porvenir.

A pesar de la crudeza de algunas escenas y del entorno que retrata, No volveré es un cuento vital, coincidieron los actores en un diálogo con el público, tras la función de estreno. Y, como es del interés de la dramaturga, la obra invita a la reflexión no sólo sobre la crisis de la migración hacia Estados Unidos, sino también de la relación entre hombres y mujeres.

“Este texto me golpeó fuerte en relación a las conductas aprendidas”, dijo Arturo Reyes, quien interpreta a Ismael y al agente DT. El actor señaló cómo se ha normalizado, por ejemplo, que los hijos mayores tomen decisiones sobre la vida de sus hermanas. “Yo mismo he jugado ese rol sin darme cuenta. Soy el mayor de cuatro hermanas y después de montar este texto descubrí que, en muchos sentidos, no las dejaba ser. La obra ha sido muy importante para mí, un crecimiento que me permitió ver de otra manera la relación hombre-mujer”.

No volveré tendrá funciones del jueves 8 al domingo 11 de agosto. Las otras tres obras que presenta el ciclo son La vieja rabiosa del norte, de Antonio Zúñiga, del 15 al 25 de agosto; Esperamos al gordo, de Jaime Chabaud, del 29 de agosto al 8 de septiembre; y Cremación, de Juan Villoro, del 12 al 22 de septiembre. Dos mesas de reflexión y una sesión de Aula del espectador, complementan el programa. Más en www.teatro.unam.mx.

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