Politólogo y legislador con discapacidad visual

Luis Felipe Salas Antonio busca fomentar la cultura del respeto

Foto: Francisco Parra.
Foto: Francisco Parra.

Su voz resuena en el aula: hilada, con dicción, como si discursara. Aquí está, frente a una prueba más de vida, la réplica oral de su trabajo recepcional, en un trajín académico que lo ha llevado desde los ocho años de edad hasta el CCH Vallejo y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales a aprender, discernir y ahora titularse con todo el cuerpo, no sólo con luz y oscuridad.

Luis Felipe Salas Antonio se graduó en la licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública en la modalidad de ensayo con su trabajo “Calidad humana, política y conciencia de inclusión”, escrito que, en 93 páginas, tiene como finalidad motivar una toma de conciencia sobre los vínculos entre los ámbitos político, público y social en las normas de convivencia.

El universitario se apoyó, para la elaboración de esta reflexión, en autores como Max Weber, Emile Durkheim y Hanna Arendt, quienes hablan teóricamente sobre calidad humana. Pero la praxis la han protagonizado sus familiares, quienes se han mostrado como incondicionales desde que el Síndrome de Stargardt (que acelera el envejecimiento de las células oculares) trató de detenerlo al privarlo de su vista cuando apenas cursaba la primaria.

“Ahora ya puedo decir que soy licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, porque todo se puede hacer, sólo es cuestión de que uno se lo proponga y luche por ello. ¿O no?”

Ensayo

En el primer capítulo de su ensayo recepcional describe cuáles son las características y las definiciones de la calidad humana; en el siguiente, cómo está establecida por la vía política, y cómo se imparte por medio de la educación. Finalmente, el capítulo tres relata algunos ejemplos de vida, cómo se han vencido los obstáculos de la discapacidad visual.

El ensayo subraya cuatro reglas como principios hacia la construcción del mejoramiento del tejido social, rumbo a la modificación del entorno actual y, por supuesto, como reglas de convivencia: no juzgar, visualizarse como el otro; aprender a escuchar con todo el cuerpo; construir siempre, y demostrar amor hoy mismo.

“¿Por qué propongo esto? Tengo más de 20 años con mi discapacidad, sufrí discriminación, segregación y exclusión cuando cursé la primaria. Algunos profesores fueron muy inconscientes conmigo porque no tenían el conocimiento adecuado ni la capacitación. Por eso hay que fortalecer el fomento a la cultura del respeto”, apuntó.

Salas Antonio mencionó que ha usado el sistema Braille pero perdió la habilidad al dejar de practicarlo, por lo que para cursar la licenciatura escolarizada se valió de otra herramienta, un software parlante que opera como un lector de pantalla de computadora, llamado NVDA (NonVisual Desktop Access), el que sonoriza todos los escritos en Word, ya sea como una lectura corrida, por párrafos, líneas o palabras.

Labor colectiva

Luis Felipe reconoció que quien realmente se gradúa en este momento es la inclusión, aunque atajó que la lucha no termina aquí. “Lo siguiente es seguir para que más personas con discapacidad tengan esas oportunidades. Pienso compartirlo con todo mundo, porque así como yo pude hacerlo, creo que todos tienen capacidad y habilidad, solamente es cuestión de buscar los apoyos necesarios”.

Salas Antonio, legislador suplente en la ALDF, señaló que continuará con la carrera política sólo en pro de las personas con discapacidad.

“Me considero un digno representante porque soy uno de ellos, y así como yo luché contra la adversidad tratando de salir adelante, así les haré sentir a todos los que tomen mi mensaje. No hay nada perdido”, concluyó.

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