Premio Nacional de la Juventud a Andrea Sánchez Navarro

Reconocimiento a su trabajo para detectar daño renal de manera temprana

Foto: Francisco Cruz.
Foto: Francisco Cruz.

Por descubrir que la molécula Serpina3k puede servir como marcador para detectar de manera temprana daño renal sin necesidad de hacer biopsia, Andrea Sánchez Navarro, alumna de doctorado en Ciencias Biomédicas de la UNAM, recibió el Premio Nacional de la Juventud en la categoría de ciencia y tecnología.

Hay causas diversas que deterioran el funcionamiento del riñón de forma progresiva, hasta que deja de eliminar, a través de la orina, los desechos que el organismo ya no requiere; en ese momento es indispensable un trasplante, pues si esos desechos se acumulan pueden ocasionar la muerte.

Interesada en encontrar un método para detectar a tiempo ese padecimiento, la investigadora se dio a la tarea de buscar en modelos animales marcadores moleculares tempranos.

Bajo la tutela de Norma Bobadilla Sandoval, investigadora de la Unidad Periférica del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), Sánchez Navarro encontró niveles anormales de Serpina3k en animales con afección renal crónica, y se percató que aparecía mucho antes que otras moléculas utilizadas como referencia.

Esto abrió a la joven originaria de Michoacán y a su asesora la oportunidad de aprovecharla para diseñar un nuevo método de detección temprana y, en colaboración con expertos de Nutrición, probarlo clínicamente en la nefritis lúpica, enfermedad autoinmune que afecta particularmente al riñón, y que es descubierta sólo mediante una biopsia.

De forma natural, Serpina3k se encuentra en la sangre y su función es regular la coagulación e inflamación. Sin embargo, aún no se conoce su función en el riñón, explicó la también ganadora de la Medalla Gustavo Baz Prada de esta casa de estudios.

“Cuando empezamos a analizar a los pacientes, en algunos encontramos niveles poco comunes de esta molécula, aunque no tenían disfunción renal clínica diagnosticada; la presencia en la orina de Serpina3k era indicativo, sin necesidad de hacer una biopsia, de que había alteración en la función y la estructura renal”, detalló.

Esto la llevó, junto con su asesora, a patentar el método diagnóstico, que ahora podría ser utilizado en beneficio de quienes llegan al instituto, y en un futuro a otros centros de salud, estimó.

Rigor y calidad

A sus 24 años, Sánchez Navarro ha sido reconocida también con la medalla de bronce en la VI Olimpiada Iberoamericana de Biología (2012) en Portugal, y en la Session Winner, Oral Session Nephrology and Urology, ISCOMS, en Groningen, Holanda (2015).

“Andrea llegó a los 19 años al laboratorio, y al ver que era una estudiante excepcional procuramos darle un proyecto. En el cuarto año de la licenciatura regresó al laboratorio, realizó su tesis y antes de finalizar manifestó su interés por continuar con el doctorado, en donde ha sobresalido por su creatividad y pasión científica”, comentó Bobadilla Sandoval, especialista del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del IIBm.

“Al trabajar junto con un investigador, y en condiciones propicias, estudiantes como Sánchez Navarro logran cosas increíblemente diferentes a lo visto hasta ahora”, concluyó.

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