Primera egresada de Estudios Sociales en la ENES Morelia

Obtuvo el grado en esta disciplina bajo la modalidad de créditos totales y alto nivel académico

Labor comunitaria en la Meseta Purépecha. Foto: cortesía ENES Morelia.
Labor comunitaria en la Meseta Purépecha. Foto: cortesía ENES Morelia.

190128-com5_etiquetaAndrea Deyanira Valencia Baca obtuvo el grado de licenciada en Estudios Sociales y Gestión Local en Ciencias Ambientales, convirtiéndose en la primera titulada de la carrera 108 de la UNAM, con sede en la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad Morelia, aprobada por el Consejo Universitario el 21 de marzo de 2014.

Valencia Baca formó parte de la primera generación (2014-2018) y es también la primera en titularse bajo la modalidad de totalidad de créditos y alto nivel académico.

Su proyecto terminal, en el que colaboró en conjunto con docentes de la ENES Morelia, destaca por la participación de mujeres que elaboran textiles en la Meseta Purépecha, mismo que tuvo campo de aplicación en comunidades como San Felipe de los Herreros, Turícuaro, Nurio, Capácuaro y Ahuirán.

Ello con el propósito de crear una cooperativa de mujeres para facilitarles la venta de sus productos en el marco de economía social y solidaria, así como el de un comercio más justo.

La cooperativa generó identidad y pertenencia de grupo, consiguieron colocar su mercancía para venta por Internet y varias piezas se han ido al extranjero. En parte, gracias al trabajo y proyección de la Red Cooperativa Tepeni, los consumidores valoran mejor el trabajo textil de la Meseta Purépecha y el papel de las mujeres productoras.

La disciplina que cursó Deyanira Valencia está orientada a la formación de profesionales capaces de desempeñarse en el entendimiento y la resolución de problemas sociales desde una perspectiva interdisciplinaria, con base en la integración del conocimiento y la intervención de los diversos sectores y actores sociales involucrados.

Cambiar realidades

El interés de Valencia Baca por esta licenciatura lo motivó una serie de viajes que realizó por distintos estados de la República al finalizar su bachillerato, los que la sensibilizaron respecto a una serie de problemáticas sociales.

“Decidí que quería prepararme en un campo que me permitiera contribuir a cambiar esas realidades, no siempre visibles para la mayoría, como la pobreza, los obstáculos que se enfrentan en las comunidades y las zonas rurales y en general la situación cotidiana de las personas más desfavorecidas.”

La egresada universitaria tiene interés, en el corto plazo, de continuar estudiando el posgrado, en temas de interculturalidad y desarrollo rural, probablemente en algún país de América Latina. En términos laborales, manifestó su inclinación por aplicar los conocimientos que le dio la carrera en beneficio de las personas y las comunidades, colaborando en proyectos en los que pueda actuar como agente de cambio.

“Mi trabajo es demostrar que el esfuerzo, tanto de la institución como de los docentes, valió la pena en el sentido de que sea capaz de aterrizar mi formación en un campo laboral que efectivamente logre generar cambios en la sociedad”, indicó.

La actual coordinadora de la licenciatura, Claudia Escalera Matamoros, reconoció que arrancar el programa fue un desafío para el cuerpo docente, pues se trató de un proyecto ambicioso que debía articular múltiples disciplinas de las ciencias sociales; además, conseguir que los estudiantes obtuvieran aprendizajes situados.

Varias de las materias de la carrera suponen pasar muchas horas en prácticas y ello representó un reto en materia administrativa, logística y de recursos. Hubo que llevar a los estudiantes a campo, en ocasiones por varias semanas, considerando en todo momento que se labora con personas y comunidades, por lo que se requiere de un trabajo ético y respetuoso, cuyos resultados respondan a las necesidades de las comunidades.

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