Reconocimiento latinoamericano a José Francisco Valdés

Su labor ha sido sobresaliente para crear infraestructura científica en la región

Foto: Francisco Cruz.
Foto: Francisco Cruz.

José Francisco Valdés Galicia, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) y coordinador del Programa Espacial Universitario (PEU), recibió el Premio Mario H. Acuña de la Asociación Latino- americana de Geofísica Espacial (Alage), que reconoce a un científico distinguido de una institución de educación y/o investigación en América Latina, cuyo trabajo ha sido sobresaliente para crear infraestructura para la investigación en ciencias espaciales (terrestres o abordo de naves) en uno o más países de la región.

La asociación, fundada en 1993 y que agrupa a científicos de la región, así como provenientes de naciones europeas como Alemania, Francia y España o de Estados Unidos y Japón, entregó el galardón por primera vez durante la 11 Conferencia Latinoamericana de Geofísica Espacial (Colage), que se realizó hace unas semanas en las instalaciones del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina.

El universitario y exdirector del IGf posee una amplia trayectoria en el campo. “Tenemos un detector de rayos cósmicos en México que funciona ininterrumpidamente desde hace 30 años; y actualmente, en Sierra Negra, Puebla, dos detectores: uno, el Telescopio de Neutrones Solares, que es parte de una red mundial de siete instrumentos dedicados al estudio del astro rey. Esas partículas son importantes porque no les afecta el campo magnético ni del Sol, ni del medio interplanetario, ni de la Tierra, por lo que traen información prístina que ha permitido hacer descubrimientos significativos”.

Ahí mismo, se cuenta con un detector único en el mundo: el supertelescopio centellador de rayos cósmicos, conformado por 15 mil barritas de plástico que emiten luz cuando una partícula las atraviesa. Dicho instrumento, de 27 toneladas, se ubicaba en el Fermilab, en Chicago, pero “los japoneses pensaron que podría utilizarse para analizar el flujo de radiación cósmica que viene del espacio; la Universidad de Nagoya donó los equipos, que también han servido para la formación de muchos estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado”.

Valdés es parte del grupo mexicano que trabaja en el Observatorio Pierre Auger, primero en el mundo diseñado para estudiar rayos cósmicos de altas energías, ubicado en Argentina; igualmente, en sus inicios, formó parte del equipo que propuso el observatorio de rayos gamma HAWC, que también se encuentra en Sierra Negra.

Como director del IGf, el primer presidente de la Alage también impulsó el Observatorio de Centelleo Interplanetario de Coeneo, Michoacán, a cargo de la UNAM. En todos esos sitios de investigación se han formado jóvenes mexicanos y de toda Latinoamérica.

Luego de recibir el premio, consistente en una medalla y diploma, presentó en una conferencia magistral algunos de los hallazgos del telescopio de neutrones solares de Sierra Negra, como el registrado el 7 de septiembre de 2005, “cuando descubrimos, con evidencias directas, que el Sol puede acelerar partículas hasta 10 GeV (10 x 1010 electrón volts), una energía grandísima para una partícula”.

El 7 de marzo de 2011 por primera vez se observaron rayos gamma en la Tierra, asociados a una ráfaga solar y que hasta entonces sólo se habían detectado en el medio interplanetario y con ayuda de satélites.

Luego de destacar el papel de la UNAM en la creación de la Agencia Espacial Mexicana en 2010, y de recordar la Red Universitaria del Espacio, refirió que el rol del programa que hoy coordina es aglutinar, cohesionar y gestionar los esfuerzos de las entidades que hacen investigación espacial, como los institutos de Geografía, Geofísica, Ciencias Nucleares y Astronomía, así como la Facultad de Ingeniería.

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