Análisis de la reforma educativa

Se trivializa la docencia en todos los niveles: expertos

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En la actualidad hay un proceso de trivialización de la docencia en todos los niveles educativos; por ello, en México se debe resignificar la profesión docente. Y esa revalorización del magisterio, como la mejora continua de la educación, requiere acciones de evaluación, consideraron expertos de la UNAM.

En el foro académico La Iniciativa de Reforma Educativa. Voces de la Investigación, se planteó también que si se revisan las reformas educativas en México, cada sexenio marca la suya y de ese modo nunca se logra consolidar un proyecto de desarrollo para la educación que la nación necesita.

Al presentar el encuentro, Hugo Casanova Cardiel, director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) y coordinador del foro, explicó que la iniciativa de reforma constitucional impulsada por el nuevo gobierno implica importantes redefiniciones en materia de política educativa.

Hay una serie de planteamientos del gobierno federal que, de manera incipiente, perfila un escenario en la materia. Aunque no se trata de proyectos acabados –pues aún no se cuenta con el Plan Nacional de Desarrollo– ni hay un programa sectorial educativo, “sí hay una serie de temas que están siendo avanzados en términos normativos; concretamente en la Constitución, que permiten identificar algunas de las prioridades”.

Está el acento en la cuestión de equidad; la obligatoriedad, pues prácticamente se ha planteado la universalización de la educación, desde el nivel básico y hasta el superior; o la introducción de una incierta concepción de excelencia, que reemplazaría al tema de calidad.

Ante ese panorama, sostuvo Hugo Casanova, tenemos la certeza de que la investigación que se desarrolla en el Instituto a su cargo constituye una plataforma pertinente e informada para interpretar los discursos que concluyen en nuevas políticas educativas.

Ángel Díaz Barriga, investigador emérito y también coordinador del encuentro, en el que participaron expertos del IISUE, señaló que un gran ausente en el debate pedagógico mexicano es el análisis de lo que se entiende por profesión docente. Los mentores se interpretan a sí mismos y ocupan la identidad de un trabajador, de un empleado, y asumen que la autoridad, el patrón, les debe decir qué hacer en el aula.

Se requiere resignificar esa profesión y hacer que el docente se asuma como responsable del aprendizaje de sus alumnos, aunque, reconoció, es complicado cuando hay mentores en secundaria y bachillerato que deben atender a más de 240 alumnos a la semana.

Hoy en día, añadió Díaz Barriga, estamos ante estudiantes que buscan el estímulo inmediato, que han nacido y se mueven en una sociedad sobreestimulada, que le dan más relevancia a las redes sociales que a los proyectos escolares; ante chicos con una noción completamente diferente del orden, la disciplina y el aprendizaje.

Por ello, debe cuestionarse en dónde se aprende lo significativo, en Google o en la escuela. Esto representa un reto que no se puede dejar de lado.

Labor compleja

Patricia Ducoing recalcó que se cree que la enseñanza es un asunto innato, de buena voluntad o de sentido común, de modo que si alguien sabe historia o patología puede dar clases de esos temas. En realidad se trata de una labor compleja y “no basta con que me gusten los niños para ser docente; se requieren muchas capacidades y competencias”. El docente es un intelectual”.

En tanto, Gabriela de la Cruz expuso que los pocos documentos que hasta el momento circulan sobre las políticas públicas que guiarán el ámbito educativo en México coinciden en subrayar la importancia de dignificar la función docente. Para esa encomienda se perfilan acciones como revalorar su papel como impulsor del conocimiento y del aprendizaje.

Por último, Leticia Pogliaghi mencionó que por el momento no queda claro cuál es la orientación que se le dará a la reforma educativa, y “no sé si sea tan bueno que se defina en la Constitución, porque para eso están las leyes secundarias y los programas que se implementen. Si no, caemos en que cada seis años hay que reformarla para instalar la idea de educación que tiene el gobierno en turno. Debe contener los principios que guíen y permitan pensar en la educación a más largo plazo”.

La mesa dedicada al Ejercicio Docente, efectuada en el Auditorio José María Vigil de la Biblioteca Nacional, fue moderada por Lourdes Chehaibar, también investigadora del IISUE.

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