Solidaridad científica de México y Japón ante sismos

Intercambio de información acerca de placas tectónicas, volcanes, así como tareas de reconstrucción

Japón y México, dos naciones hermanadas.
Japón y México, dos naciones hermanadas.

Centrados en conocer los sismos científicamente y con el mayor detalle posible, así como en responder rápida y con eficacia ante un fenómeno natural que por lo general se convierte en un desastre social, México y Japón han ensanchado sus ancestrales lazos históricos y culturales hacia el área científica y a la protección civil.

Ubicados de un extremo a otro del mundo, bajo sus suelos actúan una combinación de placas tectónicas (cinco en el caso de nuestro país y cuatro en el japonés) cuyos movimientos ocasionan sismos que convierten en vulnerables a territorios, construcciones y pobladores.

Aprendiendo una de la otra, las dos naciones trabajan actualmente para fortalecer el conocimiento (científico, cultural, social y económico), la instrumentación tecnológica y los impactos en pobladores y ciudades.

En este contexto, el Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) organizó un acto conmemorativo del primer aniversario del movimiento telúrico que sacudió el 19 de septiembre de 2017 a varias zonas de México. Lo centró en la prevención y reconstrucción frente a los sismos.

“Con esto se pretende darle la importancia debida al tema de la prevención y reconstrucción frente a los fenómenos naturales”, dijo Alicia Girón González, coordinadora del PUEAA.

“Nos hemos enfocado en dos naciones que tienen 130 años de relaciones de amistad y los sismos en común. Estos fenómenos no son predecibles; sin embargo, muchos de sus efectos son prevenibles”, expresó en el Auditorio Ricardo Torres Gaytán del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), del que es investigadora.

Cooperación y solidaridad

Al inaugurar el evento, Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades, celebró la realización del mismo y el acercamiento entre dos países. “Así como ha habido muestras de cooperación y solidaridad muy significativas de un pueblo con el otro hermanados por una misma condición geológica, hemos sabido compartir experiencias, saberes, conocimientos y habilidades para menguar en lo posible el sufrimiento de los seres humanos y prevenir desastres”.

Shuhei Yoshimura, subdirector de la Fundación Japón en México, comentó que la intención de este organismo es divulgar la cultura de Japón en el mundo, fortalecer la amistad, el diálogo y promover la lengua nipona. “Ambos territorios hemos vivido los estragos de diferentes sismos, pero, a la vez, hemos conocido y confirmado el valor de la amistad y la solidaridad humana”, señaló.

En el contexto de la relación de 130 años de relaciones diplomáticas entre México y Japón, “queremos refrendar el intercambio de experiencias, conocimientos y lecciones aprendidas”.

Armando Sánchez Vargas, director del IIEc, consideró que los costos económicos de la reconstrucción son muy grandes, pero lo es más avanzar en la construcción de ciudades resilientes ante esos fenómenos. “Sobre todo en Ciudad de México, sujeta a ellos casi regularmente”.

Ponderó el enfoque multidisciplinario del evento, pues se requiere un debate abierto desde distintos aspectos del saber.

Análisis amplio

Tras la inauguración, se realizaron conferencias sobre las placas tectónicas, sismos y volcanes (a cargo de Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica); acerca de la calidad de vida de Ciudad de México después del temblor (en voz de Adolfo Sánchez Almanza, investigador del IIEc); y del marco institucional para la reconstrucción de la capital del país (por Eduardo Rusconi, de Rusconi Abogados).

Finalmente, Alejandro Basañez y Juntaro Kunikiyo hablaron sobre iniciativas ciudadanas a raíz de desastres, en particular expusieron el proyecto Rescatarte; Wendy Philips, del Instituto de Investigaciones Filológicas se refirió al colectivo Memoria 19S.

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