Tesoro de información en las colecciones del ICML

Capital natural que provee datos para la toma de decisiones, prevención, conservación, investigación y uso sustentable de los recursos marinos

Tesoros de datos científicos, muestras orgánicas y evidencia de las modificaciones de la diversidad de los mares mexicanos, las colecciones del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) son un acervo invaluable y único para conocer peces, invertebrados marinos, crustáceos, equinodermos, esponjas marinas y muchas otras especies acuáticas.

Para fomentar el intercambio entre los responsables de estas colecciones y especialistas nacionales y extranjeros interesados en utilizarlas para su trabajo científico, esa entidad organizó la reunión académica Colecciones del ICML: Contribución al Conocimiento de los Mares de México. “Tenemos el compromiso de mantener este legado, que contiene herramientas de evaluación que describen cómo va cambiando la diversidad con el paso del tiempo y la presencia del ser humano en los mares y en las costas del país”, dijo la directora del ICML, Elva Escobar Briones.

Durante la inauguración del evento, celebrado en el Auditorio Agustín Ayala Castañares de dicha entidad, Escobar añadió que para México ese capital natural es importante porque provee información para la toma de decisiones, prevención, conservación, investigación y para el uso sustentable de los recursos marinos y sus ecosistemas.

Foto: Francisco Cruz.
Foto: Francisco Cruz.

Taxonomía

El acervo del Instituto forma parte de un conjunto de datos y muestras que fueron reunidas durante varias décadas, y muchas datan de la primera mitad del siglo pasado.

Del cúmulo de peces, conchas o esponjas que se colectan en el mar, se obtiene un material organizado, capaz de clasificarse con datos georreferenciados del sitio de origen, con detalles de la especie en bases de datos.

“Para la nación son herramientas de gran valor porque permiten que por medio de la taxonomía se dé la base de la observación de la diversidad biológica”, subrayó Elva Escobar.

Estudiar la diversidad biológica es un asunto complejo porque tiene muchas escalas de tiempo y espacio, así como varios niveles de organización, que van desde genes hasta escalas geográficas.

“Estas colecciones cuentan la historia de cómo se ha ido llevando el cambio en los mares de México. Son de las más significativas del país por su origen y porque ha habido una continuidad y un cuidado de mantenerlas. Representan observatorios de costas y mares, así como de los lagos.”

Se vinculan con diferentes redes en la nación para dar a conocer cómo cambian muy específicamente esponjas o poliquetos, peces y especies de importancia comercial, según las variables esenciales biológicas y oceanográficas, que son necesarias para interpretar la biodiversidad.

“Estos estudios se completan con diferentes herramientas que tenemos en el Instituto, en esta Universidad y mediante colaboraciones en el marco regional e internacional, por ejemplo sensores remotos, estudios del color del mar y métodos de análisis como la fluorometría, que detecta y mide la fluorescencia de compuestos o células previamente marcados con agentes fluorescentes”, concluyó.

De este acervo, destaca la Colección Ictiológica, que custodia y conserva especies de peces tanto marinas como salobres y de agua dulce en México. Es impresionante y tiene su origen en el material del antiguo Museo Nacional de México (posteriormente nombrado Museo Nacional de Historia Natural Chopo) entregado al entonces Departamento de Ciencias del Mar y Limnología del Instituto de Biología (IB) en 1969.</p>
<p>La Colección Malacológica, desarrollada por Antonio García-Cubas en la década de 1950, se refiere al estudio de moluscos, un abundante grupo animal con gran cantidad de especies descritas. Una división de la malacología, llamada conquiliología, estudia los moluscos con concha, de los que hay notables ejemplares en la colección universitaria.</p>
<p>Otra, Ecología Pesquera de Crustáceos, analiza la biodiversidad de megacrustáceos y de los recursos pesqueros de la plataforma y talud continental de las costas mexicanas del Golfo de México (de Tamaulipas a Quintana Roo). El objetivo de este proyecto es determinar la biodiversidad bentónica (del fondo marino), las asociaciones comunitarias, abundancia y distribución de etapas larvarias de camarones, recursos pesqueros potenciales y toxinas de caracoles y babosas marinos, entre otros gasterópodos, en fondos suaves del talud continental del Golfo de México.

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