Veinte puntos menos que en países de la OCDE

Trabaja sólo 45% de mexicanas en edad productiva

Hay avances en igualdad de género, pero sus efectos aún no son contundentes

En México son innegables los avances en materia de igualdad de género. Sin embargo, sus efectos todavía no son contundentes, aún falta mucho por hacer, afirmó María Elena Jiménez Zaldívar, de la División de Estudios de Posgrado e Investigación, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón.

Por ejemplo, dijo, de acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sólo 45 por ciento de las mexicanas en edad productiva forman parte de la fuerza laboral de la nación, 20 puntos menos que el promedio de los países miembros de este organismo internacional y 23 por ciento menos que los hombres.

Al participar en la inauguración del Segundo Congreso Internacional Mujeres y Niñas desde una Doble Perspectiva: Género y Derechos Humanos en el Marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, indicó que una educación inclusiva, de calidad y con equidad, “es una de las principales formas de crear un mundo más justo porque la esencia del desarrollo sostenible implica garantizar que todos los hombres, mujeres, niños y niñas puedan llevar vidas dignas y ser dueños de su futuro”.

El desarrollo sostenible implica garantizar que todos los hombres, mujeres, niños y niñas puedan llevar vidas dignas.
El desarrollo sostenible implica garantizar que todos los hombres, mujeres, niños y niñas puedan llevar vidas dignas.

Desigualdad e injusticia

Marcos Arvizu Cortés, jefe de la División de Universidad Abierta, Continua y a Distancia (DUACYD) de la FES Aragón, señaló que de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en México hay indicadores robustos que evidencian las desigualdades e injusticias vividas por niñas y mujeres, disparidades que son un flagelo para el ejercicio pleno de sus derechos humanos y el respeto a su dignidad, además de constituir francas barreras y limitantes para el desarrollo social y democrático de la nación.

Entre dichos indicadores destacan la menor presencia de mujeres en posiciones de liderazgo y toma de decisiones dentro de la administración pública federal; “otra evidencia de desigualdad convertida en violencia de género más contundente y cruda es el hostigamiento y acoso sexual en instituciones de la administración pública”.

Además del embarazo en niñas y adolescentes que, según datos de la OCDE México es el país con la tasa más alta de nacimientos en ese sector, uno de cada cinco embarazos son de niñas y adolescentes que no alcanzan los 18 años.

“En México aún falta investigación y acciones para conocer más acerca de las motivaciones y condiciones de ocurrencia, incluyendo la violencia sexual infantil, como causa de embarazo en niñas de 10 a 14 años”, planteó en el auditorio de la DUACYD de la FES Aragón.

Entre otros problemas que enfrentan las mujeres están la violencia obstétrica, la discriminación, exclusión o restricción que obstaculizan, o restringen el reconocimiento o goce de sus derechos humanos y libertades.

Ante esa perspectiva, abundó, hay mucho por investigar, analizar, proponer y evaluar, y la Universidad está llamada a contribuir con esas nobles e impostergables tareas, mediante este segundo encuentro internacional, cuyo objetivo es generar un espacio de análisis y debate en torno a situaciones relacionadas con las mujeres y las niñas vinculadas a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Claudia Leticia Peña Testa, titular de la Unidad de Atención para Personas con Discapacidad de la Dirección General de Atención a la Comunidad, mencionó que esa entidad por medio de sus cuatro ejes de acción: salud, seguridad, inclusión y sustentabilidad, busca articular acciones con entidades académicas y dependencias para lograr el cumplimiento de medidas que contribuyan con el Plan de Desarrollo Institucional que pretende construir una Universidad más integrada, que sume esfuerzos en constante mejoría, genere conocimiento y lo ponga al servicio de México.

Este congreso da muestra de lo anterior, porque incluyó a instituciones y organizaciones que son parte de la UNAM, la sociedad civil organizada y la administración pública, finalizó.

A la inauguración acudieron Carlos Hernández Alcántara, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades; Bonfilio Braulio Tenorio Pastrana, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo; Gabriela Martínez Olivares, directora de Movimiento Asociativo, y Guillermo Hernández Martínez, de la Coalición México por los Derechos de las Personas con Discapacidad.

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