Un mundo futuro, moderno, con apariencia prehistórica

La simetría del ermitaño, reflexión sobre un planeta posapocalíptico en Casa del Lago Juan José Arreola

Foto: Daniel Bautista.
Foto: Daniel Bautista.

¿Te imaginas un mundo futuro sin autos, computadoras, internet, ciudades o gobiernos? ¿Un mundo sin industria, economía o arte como lo concebimos hoy en día? ¿Te imaginas que el hombre tuviera que volver a reinventarse tras su autodestrucción total?

La exposición La simetría del ermitaño. Una visión postapocalíptica / postcapitalista, del artista griego Theo Michael, que se presenta en Casa del Lago Juan José Arreola, plantea un escenario fatídico ante los abusos del hiperconsumo, sobreproducción y sobreexplotación de la Tierra.

Una catástrofe que en realidad se convierte en un llamado hacia la construcción de otras formas de vivir, de ser sociedad y de entender la relación con nuestro entorno, explicó el curador Víctor Palacios.

Theo Michael crea un mundo futuro que parece volver a la edad de piedra. Un mundo que conserva la esencia arquitectónica, las marcas y hasta el arte de lo que podría ser una ciudad occidental del siglo XXI, pero con apariencia prehistórica, nostálgica, decadente y desoladora.

Civilización

Un escenario que nos obliga a la reflexión sobre nuestro modus vivendi, el pensamiento hegemónico occidental y su concepto autoritario de civilización.

Es ahí donde entra la figura del ermitaño, ese personaje aislado, radical y casi siempre anónimo que se ha permitido romper con el sistema y vivir con lo básico, con lo justo. Él toma una sala de esta exposición para enseñarnos cómo vive, para mostrarnos su casa, la cual deja abierta al público para que pueda interactuar con él, observarlo y aprender.

“El ermitaño vive más allá de la política. El ermitaño vive fuera del mercado. El ermitaño no entiende por qué la gente trabaja. El ermitaño no pertenece a ninguna clase. El ermitaño no puede entender por qué en un mundo con bicicletas, energía solar y eólica, la gente insiste en transportarse sobre toneladas de metal cada día y despedir gases a la atmósfera. El ermitaño se ha retirado de la competencia. El ermitaño piensa que el éxito debe ser ilegal.”

Éstas y otras ideas se pueden leer en una suerte de manifiesto publicado en la exposición. Este hombre bien podría ser un símbolo claro de crítica al sistema o una especie de medicina para evitar el apocalipsis que de alguna manera ya nos alcanzó. El público tomará su decisión.

Bienes falsos

“(Él representa) la idea de apartarse, de tomar una pausa, de vivir con lo menos posible, de pensar un poco más en lugar de siempre estar trabajando y produciendo”, destacó Palacios, quien también citó a Diógenes de Sinope, un filósofo de la Grecia antigua al que hace referencia Theo Michael en esta obra. Diógenes siempre vivió en la calle y criticó los lujos de la sociedad; consideraba que las riquezas eran bienes falsos que había que desaparecer.

La muestra La simetría del ermitaño. Una visión postapocalíptica / postcapitalista, permanecerá abierta al público en la sala 4 hasta el 26 de agosto.

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