Un mundo sustentable, reto para geógrafos pumas

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El Instituto de Geografía celebró sus primeros 75 años de actividades en los que ha acumulado un conocimiento vasto e importante, ha apoyado el cumplimiento de las funciones sustantivas de la UNAM y contribuido a la solución de problemas nacionales.

El rector Enrique Graue encabezó la ceremonia en la que destacó que los académicos e investigadores son una comunidad comprometida con el país. Ejemplo de ello fue su trabajo durante y después de los sismos de septiembre de 2017. “Fue de gran valor para México, entregaron su labor y sus conocimientos, buscando la mejor de las soluciones para nuestra población”.

También resaltó el impulso de esta entidad para que la Unesco reconociera los primeros geoparques en la nación. El reto actual, dijo, es lograr un mundo sustentable y para ello es fundamental el saber de los geógrafos de la mano con la sociedad.

En el Auditorio Ingeniero Francisco Díaz Covarrubias, el director del Instituto, Manuel Suárez Lastra, explicó que en más de siete décadas los geógrafos han pasado de utilizar el pantógrafo para escalar mapas y clasificar vegetación en extensos recorridos de campo, a la supervisión de imágenes satelitales y vuelos de drones con la capacidad de generar modelos en tercera dimensión.

Los cambios tecnológicos, agregó, no han modificado la esencia de su disciplina, ligada a conceptos como el territorio, la integración y el compromiso social.

Nuevos derroteros

Para la investigadora emérita Atlántida Coll Oliva, en estos 75 años cambió el perfil académico de la instancia universitaria, conformado inicialmente por geógrafos e historiadores. Ahora hay geólogos, ingenieros, físicos y sociólogos que realizan estudios inter y transdisciplinarios que lo han colocado como una institución de primer orden. “A las siguientes generaciones les toca consolidar nuestro conocimiento y proponer nuevos derroteros”.

En la ceremonia se proyectó un video que relata que Geografía inició sus actividades en el Centro Histórico de Ciudad de México, luego fue de las primeras entidades universitarias en mudarse a CU y en 1975 se instaló en su sede actual.

Entre sus contribuciones más significativas se encuentran el Atlas Nacional de México, el Atlas de la Salud en México, el Inventario Nacional Forestal 2000, la creación del Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra, así como sus trabajos para que la Unesco designara geoparque mundial a la Mixteca Alta de Oaxaca.

Se entregaron reconocimientos a cinco exdirectores: Román Álvarez Béjar, José Luis Palacio Prieto, Adrián Guillermo Aguilar Martínez, Irasema Alcántara Ayala y José Omar Moncada Maya.

Fotos: Benjamín Chaires y Juan Antonio López.
Fotos: Benjamín Chaires y Juan Antonio López.

Cápsula del tiempo

También se colocó una cápsula del tiempo que se abrirá en 25 años, cuando se cumpla el primer centenario de la entidad. La cápsula contiene materiales y herramientas alusivas a las investigaciones que se realizan actualmente.

Estuvieron los coordinadores de la Investigación Científica y de Humanidades, William Lee Alardín y Alberto Vital Díaz, respectivamente, así como directores de diversos centros e institutos.

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