10 años de conservación del espacio geográfico

Foto: cortesía Facultad de Ciencias.

La realización de estudios con impacto social para la toma de decisiones sobre preservación en el ámbito regional en toda América e inclusive mundial ha sido durante 10 años el objetivo del Laboratorio de Biogeografía de la Conservación de la Facultad de Ciencias (FC).

Tania Escalante Espinosa, responsable de éste, encabezó la ceremonia virtual del décimo aniversario titulada 10 años de Conservación en el Espacio Geográfico, en la que participaron cinco doctores en Ciencias Biológicas, un maestro en Ciencias Biológicas y un alumno en Biología.

“En este tiempo hemos recibido apoyo de diferentes instituciones y personas, por lo que hemos correspondido con la generación de productos de calidad, como artículos de investigación, tesis en todos los niveles, colaboraciones académicas de distintas partes del mundo con las que desarrollamos datos para el cuidado de la biodiversidad de mamíferos, vegetación, insectos, anfibios, nematodos y aves”, dijo.

Juan José Morrone Lupi, de la FC, afirmó que cientos de especies desaparecen en el planeta y que para su protección es necesario evaluar la biodiversidad a todos los niveles. Por lo que la biogeografía es la disciplina de la geografía que analiza los patrones de la distribución espacial de los organismos y cuáles fueron los procesos que llevaron a esa partición.

“Esta interdisciplina no es la única manera de aproximarnos a la conservación, sino también al sentarnos a la mesa con ecólogos, urbanistas y hasta políticos, todos interviniendo con un mismo fin sobre la preservación de las áreas naturales con criterios científicos”, indicó.

Experiencias y aprendizajes

De acuerdo con Michelle Farfán Gutiérrez, Elkin Alexis Noguera Urbano, Jorge David Mercado Gómez, Carolina Espíritu Guerrero y Luis José Rodríguez López, exintegrantes del Laboratorio de Biogeografía de la Conservación, hay un libro publicado por Tania y Juan José que han utilizado para impartir clases, pues aporta conceptos muy básicos, componentes históricos e informáticos.

Aseguraron que el conocimiento científico puede migrar hasta llegar a los tomadores de decisiones para planeaciones territoriales, de tal forma que la protección de la biodiversidad tenga también un soporte dentro de la política municipal y/o estatal.

La biogeografía de la conservación, expusieron, genera herramientas para impactar en el entorno; se pueden hacer grandes aportes porque hay vacíos de saberes y el reto como estudiantes es abrir su mente para pensar en estadística, en sistemas de información geográfica y en las personas, es decir, cómo aportan las comunidades y las estrategias de preservación de la biodiversidad.

Coincidieron en que haber estado en el Laboratorio de Biogeografía de la Conservación de esta casa de estudios fue para ellos importante.

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