200 veces más radiación en la Luna que en la Tierra

A partir de información obtenida por la sonda espacial Chang’e 4 se podrán establecer y poner en práctica ciertas medidas que les permitirán a los futuros astronautas explorar nuestro satélite con seguridad

De acuerdo con mediciones realizadas por la sonda espacial china Chang’e 4, que actualmente está en la Luna, los 12 astronautas estadounidenses que entre 1969 y 1972 caminaron sobre la superficie de nuestro satélite habrían recibido dos o tres veces más radiación que la que reciben los que se hallan en la Estación Espacial Internacional y 200 veces más que la que se recibe en la Tierra.

Esta información resulta muy útil para establecer y poner en práctica ciertas medidas que les permitirán a los futuros astronautas explorar la Luna con seguridad.

La radiación –energía electromagnética emitida como calor, luz visible, rayos X y ondas de radio– puede dañar el ácido desoxirribonucleico (ADN) y hacer que aumente la incidencia de cáncer o que aparezcan otros problemas de salud como cataratas y enfermedades degenerativas del sistema nervioso central o de otros sistemas del organismo.

En la Tierra, la mayoría de la gente está familiarizada con los efectos dañinos de la radiación ultravioleta en la piel; sin embargo, en el espacio, los astronautas igualmente están sometidos a la acción de rayos cósmicos galácticos, partículas solares aceleradas, neutrones y rayos gamma.

“Ahora tenemos un conjunto de datos que usaremos para evaluar el riesgo que podrían correr los humanos en la Luna”, dice Thomas Berger, físico del Instituto de Medicina Aeroespacial del Centro Aeroespacial Alemán.

Como se sabe, la NASA tiene programada para 2024 la misión Artemisa, que busca llevar por primera vez una mujer a la Luna y permanecer ahí una semana, por lo menos, entre otros objetivos.

La información obtenida a partir de las mediciones de la Chang’e 4 sugeriría que, para proteger a los astronautas de la misión Artemisa durante una estadía tan larga en la Luna, los refugios deberían tener paredes hechas de arena lunar de unos 76.2 centímetros de espesor; y para salvaguardarlos de una posible tormenta solar, también un santuario interior con un blindaje aun más grueso.

Aunque no es precisamente sorprendente, pues está en concordancia con los cálculos efectuados con las mediciones que ya se tenían, esta información representa un paso crucial para que un grupo de humanos permanezca un periodo largo en la superficie lunar.

Los resultados de la investigación, publicada en la revista Science Advances, confirman que, con el blindaje adecuado, los astronautas podrían pasar hasta seis meses en la Luna sin ningún problema.

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