La arquitectura conjuga ciencia, arte y sociedad

La mexicana se reinventa en forma permanente; siempre actual y de gran prestigio internacional

La pandemia no sólo nos aisló, sino además nos introdujo de lleno a una revolución social que estaba ya anunciada y que nos resistíamos a aceptar.

En ese contexto sucede el centésimo tercer Congreso Nacional de la Asociación de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura de la República Mexicana (Asinea), que se vislumbra como un ejemplo que supera las circunstancias para emprender los pasos hacia el futuro, afirmó el rector Enrique Graue Wiechers.

En la apertura del encuentro virtual añadió que 95 por ciento de los alumnos, durante siete meses, ha tenido que adaptarse a situaciones adversas tomando clases en sillas, escritorios y rincones hogareños; el otro cinco por ciento ha tenido que buscar otros lugares para lograr conectividad. Así también lo han hecho los docentes. “Ha sido un inmenso esfuerzo de todas y todos lo logrado. La Universidad Nacional está en deuda permanente con su comunidad”.

La arquitectura, dijo el rector, es una disciplina fascinante, pues conjuga en sus saberes ciencia, arte y sociedad. El dinamismo de esta área del conocimiento es tal, que periódicamente es necesario reinventarse y discutir los cambios que eventualmente deben suceder en sus objetivos educativos y formas de enseñarla.

La mejor prueba de ello son las 102 reuniones previas de la Asinea que le han permitido a la arquitectura mexicana ser siempre actual y tener ese gran prestigio internacional.

Graue Wiechers señaló que, durante el aislamiento social derivado de la pandemia, la educación se ha transformado y la casa súbitamente se convirtió en aulas y espacios educativos, impactando el entorno familiar.

Ni la educación ni las formas de trabajar volverán a ser las mismas, y todos tendremos que adaptarnos a nuevas realidades, superarlas y aprovechar las enseñanzas que nos deja la pandemia.

Y el estudio y la práctica de la arquitectura no son ajenas a esta realidad. Habrá que retomar lo deseable y reinventar lo posible en todos los ámbitos: social, económico, cultural y ambiental, entre otros, precisó.

Para la arquitectura, finalizó el rector, esto es un nuevo reto: desarrollar objetos arquitectónicos con la plasticidad de ser espacios laborales y de convivencia, y de la misma manera diseñar y proyectar sitios comunitarios de esparcimiento, aprendizaje y trabajo colaborativo.

Enseñanza que no se detiene

En la sesión inaugural, el director de la Facultad de Arquitectura –anfitriona del congreso–, Marcos Mazari, dio la bienvenida a los cerca de mil participantes: 67 titulares de facultades y escuelas de arquitectura de la República Mexicana, 177 académicos y 699 alumnos de instituciones de todo el país, y el equipo de organización.

La reactivación de la Asinea en línea es una oportunidad que posibilita asegurar que la enseñanza de la arquitectura no se detiene y que da certidumbre a los procesos enseñanza-aprendizaje para los estudiantes y los académicos.

“Esperamos que este congreso abra un espacio de oportunidad para el diálogo y la articulación, que nos permitan recordar esta primera Asinea en línea más allá de un hecho histórico, como un espacio académico en que compartiremos nuestras experiencias y conocimientos, de reflexión y reconocimiento del otro en torno al trabajo académico realizado en cada escuela o facultad de arquitectura; como un proceso creativo y permanente de actualización, reinvención e interpretación de la enseñanza de la disciplina en México.”

María Dolores del Río López, vicepresidenta ejecutiva de la Asinea y secretaria académica del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara, destacó que el tema del congreso, el proceso de activación académica, realidad e idealización de la enseñanza de la arquitectura, representa un reto, el de reconsiderar la relevancia que implica la nueva realidad de la enseñanza-aprendizaje de esa disciplina, que “nos ha permitido crecer y generar nuevos compromisos y nuevas formas de comunicarnos”.

Por último, José Francisco Reygadas Valdéz, presidente del capítulo Valle de México de la Academia Nacional de Arquitectura de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos, se refirió a la gran responsabilidad de los formadores de las nuevas generaciones de arquitectos, porque no sólo deben preparar a mejores profesionales, sino también comprometerlos a sacar adelante a la nación en este momento de crisis sanitaria y estructural.

Foto: Benjamín Chaires.
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