Actual gobierno democrático en Colombia reprime como las dictaduras del pasado

Desde el pasado 28 de marzo Colombia vive un ambiente de violencia y protestas sociales, una serie de manifestaciones multifactoriales realizadas inicialmente con el objetivo de eliminar las reformas de carácter tributario, laboral, de salud y educativo propuesto por el gobierno de Iván Duque. 

De acuerdo con el doctor Fernando Neira Orjuela, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, la reforma hacendaria buscaba gravar los servicios públicos y constituía una agresión a las débiles finanzas de la nación latinoamericana. 

Explicó que las movilizaciones darían paso a otros pronunciamientos en contra de problemáticas sociales acentuadas por los actos inadecuados contra los manifestantes, principalmente el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades y mal manejo de las finanzas, “lo que genera un descontento”. 

Consideró que el asesinato de líderes sindicales e indígenas representa una masacre que no tiene antecedentes actuales, sólo los de las dictaduras del pasado, y no provenían de un gobierno que se ostenta como democrático. 

Es un gobierno que ha mentido de forma descarada en materia de economía y política, ha concentrado el poder. Con ese escenario seguirá la confrontación hasta que el gobierno entienda que debe haber un cambio político, aseguró el especialista. 

El futuro se vislumbra incierto y complicado, ya que el gobierno colombiano ha concentrado el poder y ha inhabilitado la movilización social, ha caído en el autoritarismo, añadió. 

Para salir de la situación tan complicada que atraviesa se necesita más que pronunciamientos y renuncia de ministros, “se necesita voluntad política y una reforma que replantee la estructura del congreso, la participación política y que le quite ese poder a las fuerzas armadas, si no sucede esto permanecerá por mucho tiempo más”.