Ahorro y calidad en la Red del Agua de la Universidad

Interactúan más de mil 700 integrantes entre investigadores, estudiantes y expertos

La idea es garantizar el aprovechamiento del vital líquido.

Desde hace 10 años, la UNAM cuenta con su Red del Agua para afrontar los problemas hídricos del campus. Como un proyecto piloto de lo que puede hacerse en el país, realiza investigaciones científicas, propuestas y soluciones locales para garantizar el aprovechamiento del líquido.

En una nación donde se pierde entre 45 y 50 por ciento del agua en fugas, la coordinación entre expertos del ramo es vital. “La Red del Agua son nodos ligados por elementos que permiten la participación”, resumió Fernando González Villarreal, investigador del Instituto de Ingeniería y coordinador de la Red del Agua.

Esfuerzo universitario

A propósito del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, González Villarreal resaltó los esfuerzos de la Universidad en este campo. Dijo que en esta red participan más de mil 700 integrantes entre investigadores, estudiantes y miembros de fuera de la UNAM. Además, 29 dependencias están adscritas a ella. “Se ha convertido en una relación de la Universidad con el mundo de afuera”.

La red es una fuente de conocimiento en la que sus integrantes interactúan para intercambiar saberes entre diferentes disciplinas. “Para estudiar el agua y poderla manejar bien se requiere más que ingeniería, conocimientos de tipo social, biológico, geofísico, ambiental. Es un elemento que para su funcionamiento racional requiere de la interacción de muchas disciplinas”, señaló el experto.

Abatir el desperdicio

En Ciudad Universitaria hay dos pozos y del agua que sale de ellos una porción se pierde en la red de distribución, reconoció González Villarreal.

“Cuando empezamos en 2008, 50 por ciento de lo que sacábamos de los pozos se perdía. Hoy en día, hemos reducido las pérdidas a la mitad y esperamos que este año que tengamos recursos se cambien tuberías”, indicó el especialista.

De 2008 a la fecha, en el campus central de la UNAM hemos crecido de 150 mil a 180 mil personas. “Aumentó la población pero nuestra demanda de agua disminuyó, lo cual es un éxito del programa”, recalcó.

Explicó que cada edificio de la Universidad tiene una conexión a esa red de Ciudad Universitaria (CU), que tiene 53 kilómetros de tuberías enterradas. “Este año esperamos una renovación de esa red de tuberías para seguir disminuyendo nuestras fugas hasta el 10 o 15 por ciento”.

En la red de distribución de CU “hemos puesto un medidor y sabemos cuánto consume cada edificio cada hora del día”, señaló.

“Hoy las fugas de los edificios son menos de cuatro por ciento y cinco mil 400 muebles de baño de bajo consumo fueron instalados”, puntualizó.

La Red del Agua también tiene estudios de la calidad del líquido. “Hoy en día tenemos 180 dispensadores para rellenar las botellas y termos. La calidad del agua que distribuimos en CU es potable. En la UNAM podemos beberla de la llave.

No tenemos cloro residual ni bacterias, el agua de la llave es de buena calidad. “Estamos replicando el modelo en todas las áreas foráneas de la Universidad”, comentó.

Además, hay dos plantas de tratamiento, una junto a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y otra junto a la entrada de Cerro del Agua. “Ambas tratan aguas residuales y con ellas podemos regar 50 hectáreas y ahorrar agua limpia”, comentó.

Para ahorrar también en agua tratada, hasta ahora 26 dependencias han cambiado a vegetación nativa de este ecosistema, y 85 por ciento de éstas cuentan con medidores de consumo instalados.

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