Analizan comportamientos de grupos sociales en la pandemia

Es un fenómeno político, social y de salud pública, a cuya explicación también contribuye el enfoque de la antropología, aseguró Rafael Pérez-Taylor y Aldrete, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM

La Pandemia del COVID-19 vino a demostrar a nivel global que las políticas neoliberales han fracasado a partir de la privatización de la salud pública, puesto que la infraestrucura con que se cuenta es totalmente insuficiente. A partir de esta premisa, los medios masivos de comunicación que apoyan a estos gobiernos en todo del planeta han construido un discurso informativo, cargado de fake news, principalmente en nuestro país.

De esta forma, las políticas del gobierno de México se han visto empañadas por la televisión privada, y algunos segmentos de la prensa escrita que atacan las estrategias del Estado para tratar la pandemia aseguró Rafael Pérez-Taylor y Aldrete, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM. Es un fenómeno político, social y de salud pública, añadió, a cuya explicación también contribuye el enfoque de la antropología.

Ante la desinformación de los medios, se produjeron procesos de resistencia social, lo cual se advierte cuando grupos de individuos se muestran refractarios a las indicaciones médicas. Incluso se organizan para manifestarse públicamente en oposición a las medidas propuestas.

Pérez-Taylor y Aldrete ha analizado grupos sociales que muestran una marcada inconsciencia frente a la morbilidad y la mortalidad de la enfermedad que hoy aflige a la humanidad. “Esa actitud puede sorprender. Algunas personas aseguran que la enfermedad ‘no existe’ y otras que no se van a contagiar. Unos más, alentados por la oposición política, operan para crear intranquilidad social. En esa conducta se advierte una enorme irresponsabilidad cuyas dimensiones aún no se pueden dimensionar”.

En la diversidad de expresiones vertidas colectivamente en este contexto, “también resaltan aquellas que muestran consciencia comunitaria y cuidan de su persona, su familia y su entorno, pero al parecer no es mayoría”, apuntó el antropólogo.

Los resultados de la investigación de Pérez-Taylor están plasmados en el artículo titulado “La pandemia en México. Covid 19, un acercamiento desde la antropología” que integra el libro La pandemia del Covid 19 en México. Reflexividad y consenso social en el entramado de la ciencia y la política” de próxima aparición.

Asimismo, en otro artículo intitulado: “Síntomas, contagio, diagnóstico: enfermo. El miedo y el temor, la violencia. El orden hospitalario”; incluido en el libro Epidemias. Del pasado al Covid-19, que aparecerá simultáneamente en Francia y España el próximo noviembre de este año.

Respecto del grupo que niega la enfermedad, el investigador aseguro que su equivocada perspectiva se formula dentro de un imaginario social construido por los partidos conservadores de oposición, las empresas, mayormente las farmacéuticas, con el objetivo de vender sus mercancías. Tambien hay que considerar la industria de las bebidas embotelladas y la llamada “comida chatarra”, que constituye otra epidemia: la de las enfermedades crónicas que en su mayoría la padece la población más vulnerable de nuestro país”.

“Se advierte gran expectativa por las vacunas, pero ya se está especulando que mediante la vacuna se introducirá al cuerpo un chip con el que se sabrá si la persona ha sido vacunada o no; de modo que para ese grupo representa sólo control social mediante el cual se podrá saber quién es, dónde está y qué está haciendo.

“Desde el imaginario colectivo e individual se ve esta parafernalia y muchas personas se sienten perseguidas. De modo que su salida es convencerse de que la enfermedad ‘no existe’ porque ven gobiernos perversos. En suma, lo que hacen es negar todo esto”.

El conjunto de falsas percepciones va influyendo paulatinamente en la sociedad y en las comunidades, estableció Pérez Taylor. “Sucede en México y en otras latitudes. Recientemente hubo manifestaciones multitudinarias en Alemania y en el Reino Unido en contra del uso de cubrebocas, con resultados contrarios a la preservación de la salud.

“Lo que se advierte es que si la gente no sigue las políticas públicas de los sistemas de salud de los gobiernos, continuarán los contagios, potenciados por el clima y otras enfermedades”.
Tomando como objeto de estudio este comportamiento, no es conveniente establecer normas impositivas, como ha sucedido en otras ciudades y países, sugirió el investigador. En el caso de México, “lo que el país necesita es educación y consciencia, fomentada desde la escuela, por ejemplo, pero no es suficiente.

“Imponer soluciones drásticas genera problemas consensuales. En algunos países crearon casi un Estado de sitio para que la gente no salga y si salen son objeto de elevadas multas monetarias”. Como actualmente es el caso del Reino Unido con la segunada oleada.

Aquí se debe admitir que el origen del conflicto puede situarse en la agenda laboral neoliberal a partir del cambio radical que ha experimentado la familia. “Los padres tienen que salir al mercado de trabajo, de manera que la educación salió del seno familiar. Ahora la educación se impulsa desde las guarderías infantiles, pero en un proceso educativo es fundamental el ámbito familiar; es decir, la educación informal es en la casa, mientras que la formal es en la escuela.

“Una de las grandes fracturas de la convivencia social que se ve en todo el planeta, en el contexto de la pandemia, es la desintegración familiar y la violencia que se ejerce en los menores de edad y en las personas débiles de la organización social.

“Esta es una muestra del fracaso de familia del proyecto neoliberal. De ahí que si falla la familia como centro nuclear fracasa la organización social y se pierden los valores éticos. Entonces ya no hay responsabilidades y al desaparecer éstas lo que hace una persona es no creer en el Estado porque no hay conciencia social, política ni comunitaria.

El no creer o ignorar las indicaciones médicas es producto de un sistema social, abundó Pérez-Taylor, “concretado en un individualismo posesivo profundamente perverso, donde el máximo logro neoliberal es asumirse como ‘el único que importa soy yo’, de tal forma que la vida comunitaria desaparece y de ahí puede concluirse que se perdieron los valores de la ética y de la moral ¿Por qué creer en algo que no existe?”

Un aspecto relevante del estudio del antropólogo sobre la sociedad mexicana se centra en los medios de comunicación. “En términos generales, la prensa neoliberal genera un discurso sesgado. Por ejemplo, cotidianamente reporta que murieron tantos miles y culpan al gobierno; pero soslayan los antecedentes. La razón de que mueran las personas vulnerables se debe a prácticas alimentarias y sociales que no están en el discurso de los periódicos.

Puede inferirse que tanto la prensa escrita como la radio y la televisión han manipulado la información, producto de una falta de consciencia comunitaria y del ejercicio periodístico. No nada más de México sino en otras latitudes, concluyó el investigador.

También podría gustarte