Viviendas sin ciudad

Analizan expertos desigualdades urbanas

Se han producido millones muy distantes de la estructura urbana.

Las ciudades se han modificado profundamente, expandiéndose en sus periferias y reedificando zonas centrales degradadas, territorios donde se produjeron millones de viviendas sin ciudad, es decir, muy distantes de la estructura urbana, donde el suelo es barato y que, por ello, se ha destinado a atender la demanda de los sectores de menores ingresos.

Estas familias sobreviven enfrentando la adversidad, habitando en pequeñas casas y desperdiciando horas de sus vidas por el traslado hacia donde trabajan o estudian, afectando el presupuesto familiar por los altos costes de transporte y servicios básicos. Los espacios públicos y los equipamientos que requiere la vida social deben estar acorde con las necesidades que tienen niños, jóvenes, adultos mayores y personas con capacidades diferentes.

“Los espacios construidos bajo la lógica de la aplicación de políticas económicas neoliberales fueron realizados para privilegiar criterios financieros y no sociales. La política de vivienda en el país ha dejado de ser social para volverse articulada al alineamiento de las políticas financieras y esto con el sentido de que los desarrolladores obtengan mayores tasas de ganancia”, refirió Alicia Ziccardi, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) y coordinadora del III Seminario Internacional Desigualdades Urbanas Derecho a la Unidad y Gobernanza Local en las Ciudades de América Latina.

Ese evento buscó contribuir a la consolidación de una comunidad académica y una plataforma de intercambio en la región, donde el principal eje de análisis son las desigualdades urbanas y el papel de los gobiernos locales para contrarrestar sus efectos en la cohesión social. Las áreas temáticas fueron justamente desigualdades urbanas y políticas sociales urbanas del ámbito local, el derecho a la ciudad, movimientos sociales y nuevas reivindicaciones urbanas, y formas de gobernanza local colaborativas y relaciones intergubernamentales multiescalares. Todas ellas repartidas en nueve mesas en las que participaron cerca de 68 expertos en las distintas materias.

Miguel Armando López, director del IIS, afirmó que uno de las cuestiones que tienen en la agenda de esta entidad son las desigualdades, entre ellas las urbanas. Lo virtuoso de ello es que va en línea con la trayectoria que tiene el IIS sobre estudios urbanos y regionales; hay una coincidencia en la que este seminario internacional puede llevar a la comunidad a un nuevo impulso sobre este tipo de investigaciones.

Las instituciones que hicieron posible el encuentro fueron el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, el Proyecto DGPA “Las políticas sociales de México (2000-2018). Derechos Constitucionales y Arquitectura Institucional”, la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el Grupo de Trabajo Desigualdades Urbanas (GTDU) del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

“El compromiso de la comisión es continuar acompañando todos los procesos en los que esperamos que la creciente producción de conocimiento se traduzca en un incremento de transformación de las políticas, donde hay una conciencia grande de las desigualdades, de las múltiples formas de exclusión y subordinación social, pero que aún falta que se interprete en cambios de rumbo en nuestras naciones”, destacó Pablo Yanes, de la Cepal.

Por su parte, Manuel Dammert, coordinador del GTDU en América Latina, CLACSO/PUCP, comentó que para este evento recibieron 350 propuestas de ponencias, pero únicamente 48 fueron aceptadas. Esto con el propósito de que este seminario fungiera como un espacio de encuentro y diálogo no tan disperso, y que a los especialistas les permitiera acercarse aún más a las conclusiones que les competen y realizar nuevas actividades.

Mensaje de la Cepal

“En América Latina y El Caribe, la desigualdad urbana se manifiesta físicamente en la segregación residencial socioeconómica y en la persistencia de la urbanización informal. Uno de cada cinco latinos caribeños que habitan en urbes viven en tugurios, por ello en muchos países de la región se observan brechas muy considerables entre los quintiles más ricos y los más pobres de ingreso con respecto al acceso a servicios básicos, como el agua, el saneamiento o la electricidad”, resaltó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.

Asimismo, concluyó, los sistemas de movilidad favorecen intereses de los sectores de ingresos más altos y resulta que un recorrido en autobús está entre 50 y 220 por ciento más que el de un viaje en automóvil; lo anterior conlleva una alta huella ambiental, porque es la fuente más importante de emisiones contaminantes y los estándares globales de concentración de partículas de nivel 10 o 2.5, que ya exceden en la mayoría de las ciudades.

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