Aniversario cuarenta del Tianguis Cultural del Chopo

Entre sus aportaciones, una serie de procesos en términos de prácticas culturales, historia del rock y sitios urbanos para jóvenes

Fotos: Víctor Hugo Sánchez/Museo Universitario del Chopo.

El Tianguis Cultural del Chopo cumple 40 años y como parte de este festejo José Luis Paredes Pacho, director del Museo Universitario del Chopo, ofreció la conferencia Tianguis Cultural del Chopo, Génesis de un Espacio Otro, transmitida a distancia por el Instituto de Geografía.

La plática se enmarcó en dos aspectos, el primero relacionado con las cuatro décadas del tianguis, en el que se reflexionó cómo ha sido el desarrollo de éste, que va de lo sui géneris hasta la aportación de una serie de procesos en términos de prácticas culturales, historia del rock y espacios urbanos para jóvenes.

El otro, sobre los trabajos que realiza Tryspaces México, equipo de profesionales urbanos que explora la presencia de los jóvenes en los espacios públicos para tratar de entender cómo se generan estos sitios urbanos con procesos culturales.

“Con la atomización de las generaciones, las escenas musicales del rock mexicano sufrieron un cambio cuando apareció en 1980 el Tianguis Cultural del Chopo, todos los que iban ejercían el trueque de discos o casetes, pues los grupos no grababan y las disqueras comerciales no atendían y no se interesaban. Acceder al trabajo de las demás bandas era complicado, en ninguna tienda de la ciudad se conseguían, sólo en este lugar”, recordó el músico, escritor y promotor cultural mexicano.

Redes sociales

Lo comparó con lo que ocurre actualmente con la llegada de las redes sociales, ya que han cambiado incluso gustos musicales por la posibilidad que se tiene, a cualquier hora, de acceder a todo lo que al respecto se produce en el planeta. El problema ahora es que la propuesta de los músicos debe destacarse entre tantas opciones o quien escucha.

“El tianguis era un lugar donde se ofrecían grabaciones piratas u originales de géneros que gustaban, por lo que el propio tendero fue un mediador del gusto. Creo que esto se convirtió en ‘la Internet callejera’, porque fue una red de redes presencial que después se volvió callejera; en un inicio se originó como parte de un proyecto del Museo Universitario del Chopo, perteneciente a Difusión Cultural de la UNAM, pero salió de este recinto”, expresó.

Después de su fundación, aseveró que su éxito dependió de una preconcepción filosófica y política cultural, por lo que hoy en día se trazan los referentes de subjetivación y los contextos sociopolíticos que le permitieron cambiar su praxis social. Hay varios testimonios que ayudan a entender esa variabilidad de subjetividades que se dieron a lo largo del tiempo, pero con la construcción de sus prácticas se dio en colaboración con distintas comunidades que convocó a partir de varios años.

“Al ser un proyecto generado dentro de un museo institucional, se conectaron actores y recursos del circuito artístico propios, pero vinculados con iniciativas y experimentos que no se agotan en el interior de dicho circuito. Ha sido un sitio de exhibición de grabaciones y productos relacionados con los imaginarios musicales, pero trascendió para extenderse hacia otros lugares y a otras redes”, señaló.

Por último, Paredes Pacho consideró que habría que pensar en el Tianguis Cultural del Chopo en su relación expandida no sólo con la ciudad, sino también con escenas, circuitos de melómanos y redes sociales de comunidades distintas; un lugar cuyas relaciones y experiencias abarcan urbes, regiones y otras naciones, donde suceden cosas, fiestas y tocadas, por lo tanto, un espacio vivido.

También podría gustarte