Aportaciones sobresalientes de Gilberto Giménez a la sociología

Ha dado luces académicas al conocimiento de la globalización cultural

Foto: Víctor Hugo Sánchez.

La UNAM, por medio de los institutos de Investigaciones Sociales (IIS) y Antropológicas (IIA), y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) rindieron un homenaje a Gilberto Giménez, de origen paraguayo y exiliado en 1970, por sus grandes contribuciones como sociólogo, profesor y amigo.

Moderado por Natividad Gutiérrez, investigadora del IIS, alumnos del profesor emérito de esa entidad académica se dieron cita de manera virtual para dedicarle palabras de agradecimiento (en vivo y virtualmente), además de proyectarse un video autobiográfico en el que el homenajeado recordó lo más relevante de su vida y de su formación.

Anabella Pérez Castro, directora del IIA, rememoró que en 2011 escuchó a Gilberto dictar una conferencia magistral con la que en pocos minutos mostró la riqueza de su trabajo y lo mucho que ha aportado a la producción del conocimiento sobre la globalización cultural, los diferentes tipos de globalistas, los paisajes culturales y el conflicto en situaciones de globalización.

El director del IIS, Miguel Armando López Leyva, señaló que Gilberto Giménez es uno de los siete investigadores eméritos en el Instituto, y la oportunidad de homenajearlo es un reconocimiento adicional al que ya tenía por parte de la Universidad Nacional, “porque no solamente aquí se distingue su trayectoria, también afuera gracias a las contribuciones que ha realizado para América Latina y a la sociología en general.

Guadalupe Valencia García, titular de la Coordinación de Humanidades de esta casa de estudios, confesó tenerle mucho cariño a Gilberto, así como afinidades intelectuales. “La chispa que él tiene en la foto que engalana el homenaje es una mirada generosa de alguien que siempre ha conservado una sonrisa maravillosa; cuenta con varios seguidores y discípulos, quienes han tenido el privilegio de escucharlo y leerlo”.

Cristina Oehmichen, investigadora del IIA, aseveró que con este acto agradecen todo lo que Gilberto Giménez ha hecho por las ciencias sociales en América Latina y por coadyuvar en la formación profesional y personal de muchas personas; porque además de los conocimientos, que siempre ofreció de una manera desinteresada y generosa, también puso el ejemplo del gran profesor dedicado a sus alumnos que entregaba lo mejor de su tiempo y de sus conocimientos.

En tanto, Enrique Leff, investigador del IIS, indicó que Gilberto ha sido su gran colega-amigo y, con eso, su maestro de vida. El rasgo más distintivo no es particularmente el de académico sino el de humano, debido a esa generosidad desbordante que irradia por medio del compromiso con el saber y el conocimiento que da a la sociedad y a la vida.

Mientras que Eduardo González, titular de la Dirección de Etnología y Antropología Social del INAH, recalcó que una de las más importantes aportaciones del trabajo de Gilberto ha sido la teoría social en los análisis históricos etnográficos y antropológicos, que permiten superar en lo que él ha llamado el empirismo y el descriptivismo craso.

“Esto se desprende del desafío que él nos propone a través de su obra, sólo un trabajo científico social consiste en dar paso a la discusión y planteamiento de nociones pertinentes de cultura que nos permitan obtener como comunidad científica una ontología de la sociedad que abra paso a la diversidad sociocultural existente. Pero también, que nos posibilite en última instancia abordar el diseño de políticas públicas igualmente pertinentes, basadas en la ciencia social de la Universidad”, mencionó.

Colaboraciones y aprendizajes

Para Maya Lorena Pérez, del INAH, y organizadora del evento, Gilberto ya era un innovador en México desde 1984 por su metodología. Contó que establecieron una relación para que varios proyectos fueran posibles, pero nunca se imaginó que ese fuera el inicio de varias colaboraciones más y, sobre todo, de aprendizaje.

“Gilberto, eres para mí un gran maestro, un vigilante de mis procesos de investigación y un pensador crítico. Quienes estuvimos cerca de ti reconocemos tus enseñanzas en lo profesional y en lo individual, así como tu calidez como persona, porque siempre nos otorgaste tu amistad y generosidad”, subrayó.

Asimismo, Pablo Alabarces, de la Universidad de Buenos Aires, manifestó que el trabajo y la aparición de Gilberto en su carrera fue decisiva y lo hizo mejor en varios aspectos. Destacó que a sus 50 años, momento en el que la gente se niega a aceptar nuevas influencia y caminos, descubrió que él era su maestro; por lo que quiso rendir un homenaje a una gran persona, pero sobre todo a su maestro y a la gran generosidad que siempre lo ha distinguido.

El homenajeado enunció que desde que llegó a la Universidad Nacional fue siempre bien recibido, aceptado y, más que nada, apoyado para llevar a cabo sus distintas investigaciones y proyectos. Además, agradeció las palabras que le fueron dedicadas, así como a los organizadores del evento virtual. Dijo sentirse “afortunado y apapachado” por todos los que fueron sus alumnos.

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