APOTEOSIS DE DON MANUEL TOLSÁ Y LAS MUSAS ROMÁNTICAS

Ocupa varias paredes del patio central de la Facultad de Artes y Diseño. Foto: cortesía Gerardo Vázquez/AFMT/IIE/UNAM.
El 5 de noviembre de 1982 fue inaugurado el mural Apoteosis de don Manuel Tolsá y las musas románticas en el plantel Xochimilco de la entonces Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), hoy Facultad de Artes y Diseño. La obra realizada por el maestro Gilberto Aceves Navarro celebraba el aniversario número 201 de la Academia de San Carlos en el edificio creado para albergar las nuevas licenciaturas en Artes Visuales y Diseño y Comunicación Gráfica.

Ocupa varios muros del patio central y lo conforman un conjunto de piezas de diversos materiales adheridas a los exteriores de las oficinas, las escaleras que conducen a las aulas del segundo piso y la biblioteca. Con madera, lámina, clavos, polines, fuego y pintura Aceves Navarro y sus colaboradores crearon una ambientación que se integra adecuadamente al edificio de concreto y acoge a quienes se desplazan a través de esos espacios.

El mural define su temática y su materialidad en una triple relación con la historia de la Escuela Nacional de Artes Plásticas: por un lado, con su etapa novohispana y, por otro, con su pasado vanguardista y asimismo con el arte de su tiempo. Estos tres momentos históricos confluyen en una cálida secuencia de formas abstractas que, creadas a partir del tratamiento industrial de madera y lámina, aluden con gran sutileza a las “musas románticas” y a la apoteosis que con ellas experimentara el célebre escultor Tolsá en sus momentos creativos, y también se refieren a la tradición muralista y las tendencias del arte contemporáneo.

Así, el pintor y sus colaboradores, Mercedes Escobar, Carlos Vidal, Rubén Rosas, Francisco Cortés, Pedro Ascencio y Emilio Carrasco materializaron la existencia de una línea de continuidad entre la tradición de las bellas artes, el muralismo y las nuevas tendencias de las artes visuales vinculadas al diseño y al impulso modernizador de la década de los 70, es decir, entre la Real Academia de San Carlos, la vanguardia muralista y las nuevas tendencias del arte que impulsaron los nuevos planes de estudios que incluían clases de cibernética, física y educación visual.

El tema del mural, referido a Manuel Tolsá (Valencia 1757, Ciudad de México 1816), una figura emblemática de la Academia de San Carlos, fue decidido por Aceves Navarro. A su llegada a México, en 1791, Tolsá trajo consigo un grupo de copias de esculturas clásicas, libros e instrumentos para la Academia, y fue director de la Academia de San Carlos. También fue autor de diversas esculturas y obras civiles, entre ellas El Caballito, que hoy se puede apreciar afuera del Museo Nacional de Arte en la calle de Tacuba.

Apoteosis de don Manuel Tolsá y las musas románticas fue elaborado por decisión del entonces director de la Escuela, el maestro Luis Pérez Flores, quien designó al pintor, consiguió los recursos para la compra de materiales y escogió el emplazamiento del mural. Su propósito era singularizar el nuevo edificio de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, ubicado en el pueblo Santiago Tepalcatlalpan, Xochimilco.

Gilberto Aceves Navarro (Ciudad de México en 1931-2018) estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda con Carlos Orozco Romero, Luis Arenal y Enrique Assad. En 1952 colaboró con David Alfaro Siqueiros en la realización de los Murales de la Rectoría de la UNAM, una de las obras exteriores realizadas por el muralista con materiales y técnicas industriales. En los años 60 Aceves Navarro formó parte del grupo de artistas que rechazó la imposición del nacionalismo en materia cultural conocido como La Ruptura.

Con anterioridad al de la ENAP, Aceves Navarro había creado diversos murales, entre ellos Yo canto a Vietnam, para la Feria Mundial de Osaka, Japón (1970). Posteriormente realizó Una canción para Atlanta (1993), mural de látex y acrílico realizado con motivo de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Georgia; Agredida por los zancudos (1994), mural de acrílico sobre lámina de fierro instalado en Colombia, y La guerra y la paz (1996) para la colonia Santa María la Ribera de la Ciudad de México.

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