Apuntes cerebrales desde el Instituto de Fisiología Celular

El infarto cerebral es la segunda causa de muerte en el ámbito mundial y la primera de discapacidad.

A pesar de que el infarto cerebral, –es decir, la interrupción del flujo sanguíneo hacia el cerebro– es la segunda causa de muerte en el ámbito mundial y la primera de discapacidad, existen personas que presentan una recuperación espontánea gracias a la reorganización que realiza el cerebro tras sufrir dicho evento.

Luis Tovar y Romo, investigador del Instituto de Fisiología Celular, busca comprender cuáles son los mecanismos a nivel molecular que usa el cerebro para reconectarse tras un infarto y cómo esto podría ayudar a mejorar la recuperación de quienes lo sufren. En esta búsqueda, y la de entender otros fenómenos, es relevante descifrar las conexiones neuronales de ese órgano, cuya colección integra el conectoma. “Aunque aquél tiene procesos muy limitados para la recuperación, sí existen, y si los conocemos bien, podemos explotarlos”, explicó.

Luego de un infarto cerebral (cada año 15 millones de personas lo padecen en el mundo), se ha observado que algunas recuperan funciones perdidas de manera espontánea (anualmente cinco millones se recuperan relativamente bien). “En nuestro caso hacemos estudios preclínicos para entender bien cómo funciona el cerebro a través de la modelación del infarto isquémico en animales”, sostuvo.

“Lo que queremos es utilizar estrategias que el mismo cerebro produce para poder regenerarse o reestructurarse y tener mejorías”. En un estudio recientemente publicado por él y su equipo, observaron que los astrocitos facilitan la recuperación de la zona dañada liberando vesículas extracelulares (exosomas) que contienen moléculas promotoras de la regeneración axonal, resultando en conexiones funcionales; además, sugiere que estas moléculas podrían ser usadas como marcadores que permitan predecir el grado de mejoría de pacientes.

Como parte de su trabajo futuro, Tovar y Romo buscará caracterizar las moléculas producidas por los astrocitos para facilitar la recuperación espontánea.

Misterios por develar

“Si comprendemos el genoma como la colección de genes, debemos entender al conectoma como la colección de conexiones entre neuronas; pero es mucho más complejo que el genoma: en éste tenemos alrededor de 30 mil genes, pero las conexiones sinápticas en el cerebro están en el orden de los trillones”, dijo durante su intervención en la Semana del Cerebro.

“Si lográramos entender cómo están conectadas todas las neuronas de nuestro cerebro, podríamos comprender la base de su funcionamiento al nivel más detallado que podamos: dónde se almacenan las memorias, se generan las ideas, se interpretan las emociones, se coordinan los movimientos de todo tipo”, finalizó Tovar y Romo.

MÁS INFORMACIÓN DE LA SEMANA DEL CEREBRO

https://sites.google.com/ifc.unam.mx/comunicacion/noticias/celebra-el-ifc-semana-del-cerebro-2022

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