Apuntes de una alumna puma en la COP26

Estuvo encargada de negociar el tema Adaptación, que se dedica a promover medidas para reducir la vulnerabilidad de sistemas naturales

Durante casi tres décadas, la Organización de las Naciones Unidas, (ONU) ha estado reuniendo a casi todos los países del mundo en las cumbres climáticas mundiales, llamadas COP, que significa Conferencia de las Partes.

El primer antecedente fue en 1979, con la primera Conferencia Mundial sobre el Clima en Suiza, luego en 1992 hubo la Cumbre de la Tierra en Brasil,donde se reconoció la existencia del cambio climático y la responsabilidad que tenemos como especie ante las afectaciones causadas por aquél.

Si bien el cambio climático no conoce de fronteras, son las juventudes y las mujeres de las naciones menos desarrolladas y de los pequeños estados insulares en desarrollo los que ya soportan con la mayor carga esos efectos, aunque son los que menos contribuyen a las causas precisamente del cambio climático (1).

Después de los devastadores efectos que tuvo la pandemia del SARS-CoV-2, la COP26 pudo llevarse a cabo en Glasgow, Reino Unido, y tuvo como objetivo principal dar seguimiento al Acuerdo de París (2) que persigue esfuerzos para limitar el aumento de temperatura a 1.5 ° C. Aquí, trabajamos para acordar su reglamento, que proporcionará detalles sobre cómo se pueden cumplir estas promesas; de ahí su importancia.

Con el lema de “Volver a construir mejor”, millones de miradas vigilaron la adopción de acciones para tener economías más verdes a través de una transición justa (3) y que los países desarrollados tomaran la responsabilidad histórica de aportar financieramente a las devastaciones que millones de personas en los países en vías de desarrollo ya viven.

Perspectiva intergeneracional

En México, hemos sido afectados por el aumento de temperaturas, la acidificación de los océanos, la pérdida de biodiversidad y la frecuencia de los desastres relacionados con este fenómeno. Ante este desafío, los derechos humanos, la perspectiva de género y el principio de “no dejar a nadie atrás” han sido y fueron la brújula para la toma de decisiones propia que nuestro país y la delegación mexicana los impulsó en todos los ámbitos, destacándose por su perspectiva intergeneracional.

A lo largo de mi formación académica en Ciencias Políticas en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales me interesé en conocer cómo la sociedad civil y las comunidades pueden incidir; por ello, fundé con amigas de la Facultad una empresa cooperativa para capacitar a mujeres en temas de género, a la par de trabajar en otras organizaciones.

Yo postulé a la convocatoria que la Secretaría de Relaciones Exteriores y The Climate Reality Project América Latina (4) abrieron, porque tenía interés en comprender cómo funcionan los formatos de negociación de la ONU y cómo es que nosotrxs como juventudes, particularmente las mujeres, podemos hacer que nuestras demandas sean atendidas con el apoyo internacional.

Fue así como después de un arduo proceso de selección y capacitación fui seleccionada junto con otras tres mujeres jóvenes: Aurora Uribe, Daniela Arredondo y Silvia Cantú para formar parte de la delegación que iría a Glasgow, y así inaugurar la primera edición en el mundo de un programa que incorpora a jóvenes a negociar temas de importancia nacional.

En particular, yo estuve encargada de negociar el tema de Adaptación, busca promover y fortalecer las medidas para reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanxs ante los daños potenciales del cambio climático, uno de los temas importantes junto con Financiamiento.

Este esfuerzo conjunto a lo largo de dos semanas tuvo como eje rector reconocer el papel de la ciencia, volviendo a los orígenes: soluciones basadas en la naturaleza, que son acciones para proteger y restaurar a los ecosistemas, intrínsecas a otro tema que se negoció a favor: el reconocimiento de las poblaciones indígenas. Ellas son esenciales para preservar y restaurar nuestros ecosistemas: guardan 80 por ciento de la biodiversidad y representan únicamente seis por ciento (5) de la población en el mundo (6).

Como mujer joven de un país latinoamericano sé que existe la inteligencia y la unión como juventudes para atender los efectos del cambio climático. Me gustaría que esta experiencia haga saber a tomadorxs de decisiones sobre la importancia de destinar recursos y apostar por nosotrxs, para perfeccionar nuestros conocimientos y herramientas.


Referencias:

1) Global Carbon Atlas (2021). Disponible en: http://www.globalcarbonatlas.org/es/CO2-emissions.

2) Instrumento jurídico y vinculante para todos los Estados Parte, de la COP21 en 2016 con lugar en París, Francia.

3) Concepto promovido por la Organización Internacional del Trabajo.

4) También estuvieron involucrados el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), el Instituto Matías Romero (IMR), la Delegación de la Unión Europea en México, la embajada del Reino de los Países Bajos y la embajada del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

5) Banco Mundial. (19 de Marzo de 2021). Pueblos indígenas. Disponible en: https://www.bancomundial.org/es/topic/indigenouspeoples.

6) Organización de las Naciones Unidas, Trujols. (2018) Los indígenas guardan 80 por ciento de la biodiversidad, el resto la hemos exterminado. Disponible en: https://news.un.org/es/audio/2018/04/1432172.

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