Aquel 22 de marzo de 1954…
Ese lunes, el presidente Adolfo Ruiz Cortines encabezó la inauguración de los cursos, hecho que marcó el inicio de la vida cotidiana en el campus
“De todo ello ha salido fortalecida. Hay un concepto de institución, tarea, misión de futuro y proyección. Para todos los universitarios tener espacios donde recorrer su historia, remembrar momentos como esta efeméride, entender su desarrollo, nos hace ser parte y partícipes de la historia, y conlleva a asumir compromisos de futuro, de la evolución de la comunidad universitaria. Somos corresponsables de su continuidad y engrandecimiento”, reflexionó la investigadora.
A 69 años de que iniciaron las clases en CU, recordó la estudiosa de la historia contemporánea de la UNAM, este campus se ha convertido en un emblema de la comunidad universitaria, del país, del desarrollo de la nación y su cultura.
Luego de su inauguración en septiembre de 1910, en el contexto del centenario de la Independencia, la Universidad inicia su quehacer con seis facultades y menos de 2,000 alumnos, en edificios del centro de Ciudad de México, en el llamado Barrio Universitario.
El crecimiento de su matrícula, su planta académica, sus funciones y de las dependencias que la componían exigió de la Universidad instalaciones que rebasaban la capacidad de las que ocupaba.
Los primeros antecedentes de este esfuerzo se sitúan en 1928, y pasan por distintos avatares; pero es hasta 1943 cuando el rector Rodulfo Brito Foucher consigue los terrenos necesarios en el Pedregal de San Ángel, al sur de la capital. Le siguen las voluntades de los rectores Genaro Fernández McGregor y Salvador Zubirán, luego del rector Luis Garrido, y con el apoyo del presidente Miguel Alemán se logra concretar dicho anhelo el 10 de marzo de 1948, fecha en que se da comienzo a las obras preliminares de la gran Ciudad Universitaria.
En 1950, el 5 de junio, se coloca la primera piedra de la Torre de Ciencias –que hoy conocemos como Torre II de Humanidades–, lo que marca el inicio de esta obra monumental, bajo la gerencia general del arquitecto Carlos Lazo. Éste, con el concurso de un gran número de arquitectos e ingenieros, trabajadores y entusiastas colaboradores, en poco más de dos años conduce a un avance muy importante en las edificaciones, que da lugar a la Ceremonia de Dedicación, en la que se entregan el Estadio Universitario y las instalaciones deportivas el 20 de noviembre de 1952.
El siguiente rector, Nabor Carrillo, continúa con el esfuerzo y se encarga de llevar a término el proyecto y empezar la mudanza del Centro Histórico a CU, lo que incluyó convencer a estudiantes y trabajadores.
“La Ciudad Universitaria estaba muy lejos, no había transporte ni servicios, los camiones llegaban a San Ángel, a la altura del Parque de la Bombilla y de la iglesia de San Ángel. Desde ahí tenían que caminar los alumnos y los demás miembros de la comunidad”, narró Chehaibar Náder.
Así, el lunes 22 de marzo de 1954 el presidente Adolfo Ruiz Cortines encabezó la inauguración de los cursos en CU, hecho que marcó el inicio de la vida cotidiana en el campus, de la convivencia de los estudiantes y todos los integrantes de la comunidad universitaria, así como la articulación y el desarrollo de sus funciones sustantivas.
En 1954 la población estudiantil llegaba a poco más de 33,000 estudiantes y 5,372 profesores; contaba con cinco planteles de la ENP, 14 facultades y escuelas, 30 carreras y algunos estudios de posgrado, 12 institutos y un centro de investigación. Actualmente la Universidad alberga a casi 370,000 estudiantes, más de 42,000 profesores, nueve planteles de la ENP y cinco del CCH, 15 facultades, cinco unidades multidisciplinarias, 10 escuelas nacionales, 35 institutos, 13 centros de investigación y 13 programas universitarios, que se extienden por todo el territorio nacional y más allá de sus fronteras.
