Arquitectos, ingenieros y artistas revolucionan el espacio social

Panel de discusión de la exposición SOM: Arte + Ingeniería + Arquitectura, en San Ildefonso

Tatiana Bilbao y William Baker.
Tatiana Bilbao y William Baker.

Ingenieros y arquitectos practican una poesía de indagación, experimentación e ingenio, de acuerdo con lo expresado en un panel realizado en el anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, como parte de la exposición SOM: Arte + Ingeniería + Arquitectura, que se exhibe hasta el 7 de julio.

Dedicado a exponer y comentar colaboraciones interdisciplinarias significativas entre la arquitectura y la ingeniería, el panel lo moderó Miquel Adrià, director de Arquine, donde participaron William F. Baker, socio de ingeniería estructural de SOM (despacho fundado en Chicago en 1936, el cual ha hecho más de 10 mil proyectos en 50 países), la reconocida arquitecta Tatiana Bilbao y el maestro en arquitectura por la Universidad de Harvard Javier Arizmendi.

Los tres invitados plantearon algunas ideas y conceptos previos a la planeación de obras arquitectónicas que les fueron encargadas en diferentes momentos, y que les llevó a emprender un trabajo necesariamente colectivo y así llegar a los resultados esperados.

Para Tatiana Bilbao no hay un solo autor de una construcción, sino todo un grupo de personas que crean edificios de maneras distintas. Indicó que la arquitectura es un acto colaborativo que abre espacios para la intervención de personas de muy diversos oficios y disciplinas, entre los cuales son claves los jardineros, artistas plásticos y escultores.

En particular, habló de un proyecto que se le asignó en Jalisco hace once años para hacer una ruta de peregrinaje. Algo muy complejo para pensar que podría resolverla por sí sola. “Había que generar muchas intervenciones a lo largo de 154 kilómetros”. Ahí fue donde empezó a invitar a otros arquitectos para sumarse a la obra y enriquecerla.

También describió su participación en el diseño y construcción de uno de los edificios que forman parte de La Confluence, proyecto maestro localizado en Lyon, Francia, y desarrollado por el grupo de arquitectos suizos Herzog & de Meuron, donde enfrentó los desafíos de ecología y cohesión social.

Por su parte, William F. Baker, quien ha hecho equipo con los mejores estructuristas del mundo, se refirió a la colaboración cercana entre ingenieros, arquitectos y artistas en muchos de los proyectos de la firma SOM. Trabajar codo a codo con los arquitectos, desde su propia experiencia, permite una interacción fructífera que se refleja en la finalización exitosa de cada trabajo.

SOM

Industria creativa

Finalmente, Javier Arizmendi, miembro del American Institute of Architects, dijo que la arquitectura es una industria creativa, capaz de capturar la actividad intelectual. En su intervención habló de dos proyectos en los que estuvo involucrado directamente y en los que hubo una colaboración muy intensa entre paisajistas, ingenieros y arquitectos. Uno de ellos se realizó en China y otro en Medio Oriente. En ambos, se buscaba combinar armoniosamente lo tradicional con lo moderno y contemporáneo.

Al término del panel los asistentes se integraron a una visita guiada por SOM: Arte + Ingeniería + Arquitectura, de la firma estadunidense de arquitectos, y Praxis. Manuel Cervantes Estudio, ambas muestras montadas en las instalaciones de San Ildefonso. La primera reúne bocetos, renders, maquetas y modelos a escala de destacadas construcciones como el Burj Khalifa, de Dubai, y la Torre Jin Mao, de Shanghái, que revelan la colaboración cercana entre ingenieros, arquitectos y artistas para producir soluciones revolucionarias de construcción a los desafíos más complejos del diseño contemporáneo.

Miquel Adrià y Javier Arizmendi.
Miquel Adrià y Javier Arizmendi.
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