Atisbo a la poesía y al silencio

La palabra no sólo designa la cosa, también la crea

 Foto: Barry Domínguez.
Foto: Barry Domínguez.

El mundo es nombrado por la palabra, que no sólo designa la cosa, sino que la crea. La palabra es mi prójimo, mi relación y respeto al otro con el que genero un vínculo. Dar la palabra es darse como persona… Ideas como éstas fueron expresadas en una primera sesión del curso La Crisis del Sentido. Un Atisbo a la Poesía y el Silencio, que imparte el poeta, ensayista y traductor Javier Sicilia durante el mes de marzo en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, dentro del ciclo Grandes Maestros.UNAM.

De entrada mencionó que el nombre que llevamos marca nuestro destino, y que el lenguaje es lo que nos distingue como humanos. Aun así no falta quienes tengan un desprecio grande por la palabra, y por tanto su lenguaje es pobre, lo que deriva en que para estas personas sólo existan fragmentos del mundo. Recordó que nuestro lenguaje está cargado de las vivencias personales, de la educación recibida y de las relaciones sociales que vamos construyendo a lo largo de la vida.

El también fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad afirmó que la palabra se sostiene en la responsabilidad del acto, contrario a lo que sucede con los políticos que continuamente y con descaro la traicionan. En otro momento el poeta radicado en Morelos ha dicho sobre este mismo asunto: “Quizá en un mundo roto, donde la palabra está degradada en la impunidad y el cinismo de los discursos políticos, la palabra deba recogerse en el silencio, por respeto a ella misma”. Sicilia está convencido, a la par de Octavio Paz, de que “cuando los lenguajes se corrompen, las sociedades se pierden y prostituyen”.

Trascendencia de la palabra

Durante su disertación hizo varias referencias bíblicas para ejemplificar la trascendencia de la palabra que no sólo sirve para nombrar el mundo, sino que además nos humaniza o destruye. “La vida y la muerte están en el poder de la lengua”, aseveró.

Hay que devolverle a la palabra su capacidad denotativa, dijo Sicilia, quien igualmente asume que existe una crisis del lenguaje en la que el sentido de la palabra se ve comprometido. Por lo mismo, repara en que el silencio, “ese nudo entre las cuerdas de la palabra”, es muy necesario, dado que todos queremos hablar la mayor parte del tiempo y poco o nada escuchamos a los otros.

Quizá en un mundo roto, donde la palabra está degradada en la impunidad y el cinismo de los discursos políticos, la palabra deba recogerse en el silencio, por respeto a ella misma”

Javier Sicilia | Poeta, ensayista y traductor

Temas como lengua, lenguaje y palabra, la poesía como poseedora de los significados, la crisis del lenguaje, el silencio poético ante el abismo de la no significación y el desafío de la palabra, conforman este curso que inició el día 7 y continuará todos los jueves hasta el 28 de marzo, de 17 a 19 horas. Abordará la crisis del lenguaje en una primera etapa: el siglo XIX con la emergencia del racionalismo positivista; continuará en el siglo XX y lo que va del XXI, con las ideologías históricas, la posmodernidad y el desarrollo de los medios de comunicación.

El Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2009 por su libro Tríptico del desierto relató algunas anécdotas personales con las que ejemplificó las pluralidades de significación pese a que los interlocutores hablen el mismo idioma, y exhortó a los asistentes a que descubran por sí mismos el sentido que está guardado en el corazón de la palabra, especialmente ahora que nada es más viejo que el twitter de hace dos minutos.

 

 

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