Convenio UNAM-CNDH
Atlas de derechos para personas con discapacidad
Una mirada nacional a escalas estatales y de zonas rurales, donde se observa más marginación y exclusión hacia estos grupos
En 2014, el Comité de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad de la Organización de las Naciones Unidas manifestó en un documento su preocupación por la falta de datos estadísticos actualizados acerca de la situación de este sector en México. Hoy, la presentación del primer Atlas de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad es importante, ya que implica el cumplimiento del artículo 31 de dicho texto gracias a la creación de indicadores que permiten aportar datos que sensibilizan esta situación, afirmó Mireya Ímaz, directora general de Atención a la Comunidad.
El Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) firmó un convenio en 2018 con la Comisión de los Derechos Humanos (CNDH), como parte del Mecanismo Independiente de Monitoreo Nacional de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, para el desarrollo de indicadores que posibiliten sistematizar la información sobre discapacidad, elaborada por distintas instancias gubernamentales y del Estado mexicano, que dio como resultado el Atlas.
Eso tiene como propósito tener información oficial georreferenciada sobre la implementación de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) de la Organización de las Naciones Unidas, por parte de autoridades del orden federal y estatal.
Por un México más justo
“Este proyecto se ha realizado desde la ciencia geográfica y son partícipes seis profesores y más de 20 estudiantes de la UNAM. El Atlas es todo lo que falta para tener un México más justo, donde se incluyan a las personas con diferentes discapacidades. Esta es una mirada nacional en escalas estatales para ver por estado la información; pero también nos vamos a escalas de zonas rurales, que no son consideradas y que justo ahí es donde es más evidente la marginación y la exclusión”, destacó María Verónica Ibarra, coordinadora del Colegio de Geografía de la FFyL.
Para hacer más accesible este mapa para las personas con discapacidad, agregó, se requirió de creatividad y formular nuevos acercamientos hacia los saberes que un atlas arroja, por ello es que este trabajo que ya está disponible en el portal de la CDNH se puede escuchar y leer, para que la sociedad en general conozca la realidad sobre el tema de discapacidad en el territorio nacional.
“El papel de los organismos públicos de los derechos humanos es clave para supervisar la implementación eficaz en el ámbito nacional de los derechos de las personas con discapacidad para que sean actores activos en la sociedad. Su inclusión se logra mediante el desarrollo de acciones y programas que abarquen todas las ramas del conocimiento humano, como el Atlas de Monitoreo de los Derechos de las Personas con Discapacidad”, afirmó Joaquín Alva, director general del Programa de Atención a los Derechos de las Personas con Discapacidad de la CNDH.
Este atlas consideró tres propósitos del mecanismo de monitoreo: promover, proteger y supervisar la aplicación de lo acordado en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, a partir del desarrollo de indicadores que permitan evidenciar la situación que cotidianamente enfrentan las personas con discapacidad en relación con la vulneración de sus derechos humanos.
Igualmente, se centra en el cumplimiento de las obligaciones del Estado mexicano respecto a la adopción de medidas conforme a lo previsto por ese tratado internacional, constatadas a partir de la información de diferentes instancias gubernamentales de orden nacional y estatal.
El proyecto incluyó la organización de más de 64 indicadores por tipo: estructura, proceso, resultado (cuantitativo y cualitativo). En cuanto a la implementación de lo dispuesto en la convención, la investigación realizada incorpora la información desde una revisión cualitativa y presenta su integración gráfica, escrita, cartográfica y sonora en mapas sobre el tema.
Finalmente, la investigación se estructuró en ámbitos de estudio (dimensiones) en tres ejes: el diseño de indicadores, un informe espejo y la revisión normativa.