Pasó de 18.2 a 55.5% en 70 años

Aumentó la participación laboral de mujeres en AL

Son mayoría entre la población ocupada que gana un salario mínimo: Gina Zabludovsky, de la Junta de Gobierno

Gina Zabludovsky. Foto: Juan Antonio López.

En América Latina, en 70 años la tasa de participación laboral de las mujeres ha pasado de 18.2 a 55.5 por ciento, pero a medida que aumentan los salarios disminuye el número de mujeres, afirmó Gina Zabludovsky Kuper, integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM.

“Apenas 27 por ciento de las mujeres gana más de cinco salarios mínimos, mientras que son mayoría entre la población ocupada que gana un salario mínimo”, comentó.

La socióloga ofreció la conferencia magistral Situación y Desafíos de las Mujeres en el Sector Empresarial, dentro del Primer Encuentro de Empoderamiento de la Mujer, organizado por la Facultad de Contaduría y Administración (FCA).

En el Auditorio Carlos Pérez del Toro, señaló que este es un fenómeno de segregación vertical, pues a medida que se sube en los puestos organizacionales o en el nivel de ingreso hay una baja en el número de mujeres. Y también hay segregación horizontal, que tiene que ver con el tipo de ocupaciones de las mujeres y con que a menudo dan a ellas menos oportunidades estratégicas de ascenso.

“Los hombres tienen actividades mucho más plurales y la distribución de sus ocupaciones es más homogénea, mientras que las mujeres se concentran en las áreas de servicio y comercio.”

En México, las mujeres trabajan mayormente en servicios sociales, con 67 por ciento, mientras que tienen una intervención casi nula en el sector de la construcción. “En servicios educativos la participación femenina es muy importante dentro de las escuelas, desde la docencia hasta la dirección”, anotó.

Explicó que hay ocupaciones femeninas y masculinas no por falta de capacidad, sino porque socialmente se ha construido esta identidad desde la que se impulsa a hombres y mujeres a desarrollarse en ciertas áreas y comportamientos. “La discriminación se da más en las ocupaciones masculinas, como hacia una mujer que dirige a obreros de la construcción”, ejemplificó.

Respecto al trabajo doméstico, las mujeres tienen doble o triple jornada. “Dedican 31 horas a la semana al trabajo doméstico, mientras los hombres le invierten 11 horas, cifra que ha crecido”.

Mencionó que en las generaciones más jóvenes los hombres participan más en el trabajo doméstico, pero conservan tareas específicas, como arreglos de electricidad, jardinería o el cuidado de los carros. “Las tareas femeninas siguen siendo mayormente el cuidado de los hijos, la cocina y la limpieza”.

Invisibilidad

Zabludovsky señaló que a finales del siglo XX e inicios del XXI se gestaron en el mundo dos transformaciones silenciosas: la revolución cibernética, que con las computadoras modificó nuestra vida diaria, y la creciente incursión de las mujeres en el trabajo extradoméstico, que implica un cambio en la participación económica y social.

Esto es especialmente notorio en la educación superior, donde ha sido algo exponencial. En contraste, en el sector empresarial se mantiene una política conservadora. Como muestra, el dato de que la participación de las mujeres en consejos de administración de empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores es de apenas siete por ciento.

Para concluir, Gina Zabludovsky comentó que para enfrentar la violencia de género es fundamental el empoderamiento, especialmente el económico, y la visibilidad que se va logrando en el mercado laboral.

Al inaugurar el Primer Encuentro de Empoderamiento de la Mujer, el director de la FCA, Tomás Humberto Rubio Pérez, afirmó que para 2018 la población del país era de casi 125 millones de personas, de las que 51 por ciento son mujeres.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de las Mujeres, citó, para 2019 sólo 44 de cada cien mujeres participaron en actividades económicas remuneradas, mientras que lo hicieron 77 de cada cien hombres. “Esta diferencia nos debe invitar a la reflexión porque el potencial que tienen las mujeres en el desarrollo económico del país es evidente”.

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